Una fusión perfecta: en qué consiste "la caminata afgana" y cuáles son sus beneficios para la salud

Actividad física, caminata. Foto: Unsplash.

La actividad física es fundamental para controlar el peso, fortalecer huesos y músculos, además de reducir el riesgo de enfermedades. Entre las opciones disponibles, la caminata destaca como una actividad accesible y de bajo riesgo para la salud, adecuada para todas las edades.

Sin embargo, y para quienes buscan una forma de caminar que no solo mantenga en forma sino que también promueva la relajación y reduzca el estrés, existe una adaptación a la tradicional caminata que podría ser una opción perfecta.

Actividad física, caminata. Foto: Unsplash.

Desarrollada por el renombrado científico argentino, el Dr. Juan Pérez, la "caminata afgana" va más allá de mantener la forma física al combinar la respiración con los pasos de una manera única. Inspirada en los nómadas afganos, conocidos por recorrer grandes distancias con mínimo esfuerzo, esta técnica se convirtió en una popular forma de senderismo.

El secreto de la caminata afgana radica en sincronizar los pasos con la respiración, una técnica que hace hincapié en la importancia de respirar por la nariz para mantener un ritmo constante. Aunque suene simple, dominar esta técnica requiere práctica y dedicación.

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Desafíos y beneficios de la caminata afgana

Uno de los principales desafíos de esta práctica es la exclusividad de la respiración nasal, esencial para filtrar partículas dañinas y mantener el equilibrio adecuado de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre.

Actividad física, caminata. Foto: Unsplash.

La caminata afgana puede aplicarse en recorridos relativamente largos, ya sea en sesiones de senderismo o incluso en el trayecto al trabajo, y se recomienda realizarla al menos tres veces por semana para ver resultados en un corto plazo.

En cuanto a los beneficios, estos son notables: incrementa el suministro de oxígeno a las células, mejora la resistencia física y mental, optimiza la función del corazón y fortalece los huesos sin causar dolor en las articulaciones. Además, contribuye a un mayor gasto calórico, beneficiando a aquellos que buscan perder peso.

Más allá de los beneficios físicos, la caminata afgana actúa como una forma de meditación activa. La concentración consciente en cada paso y en la respiración promueve la relajación, mejora la calidad del sueño y reduce el estrés.

Actividad física, caminata. Foto: Unsplash.

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Cómo practicar la caminata afgana

La clave para esta técnica reside en sincronizar pasos y respiración, siempre a través de la nariz. Siguiendo una pauta básica durante la caminata, como tomar aire durante tres pasos, aguantar la respiración en el cuarto paso y exhalar en los siguientes tres, es posible disfrutar de los beneficios de la caminata afgana en cualquier entorno, ya sea urbano o natural.

La pauta básica consta de 8 pasos que deben repetirse a lo largo de una caminata:

• Agarrar aire mientras se realizan tres pasos.
• Aguantar la respiración en el cuarto paso.
• Exhalar el aire en los tres pasos siguientes.
• Aguantar de nuevo la respiración en el último paso.

Cabe aclarar que, para que se considere válida la técnica, los pasos durante esta caminata deben ser cortos y suaves, adaptando la respiración y la concentración en cada uno de ellos.