A tener en cuenta: cinco cosas que nunca deben hacerse cuando un niño está enfermo

Cinco cosas que nunca deben hacerse cuando un hijo está enfermo. Foto: Unsplash

Que un niño se enferme es algo totalmente normal, sobre todo durante los primeros años de vida. Si bien la tos, los mocos y la fiebre, son síntomas habituales y esperables, que suelen desaparecer con el pasar de los días, muchos padres sienten una gran responsabilidad e impotencia cuando ven a su hijo decaído.

Muchos de los cuadros no ameritan ir a la guardia, sino que basta con un simple o mensaje al médico de cabecera. Sin embargo, ante esta situación, muchos padres entran en desesperación y se sienten totalmente abrumados, sin saber por dónde comenzar.

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¿Qué hacer cuando un hijo está enfermo?

Ante este panorama, Kelly Fradin, pediatra formada en la Universidad de Harvard y autora del libro “Paternidad avanzada: consejos para ayudar a los niños a través de diagnósticos, diferencias y desafíos de salud mental”, compartió cinco cosas que hace cuando sus hijos están enfermos, para, de esta manera, “guiar” a los papás y mamás en sus primeras experiencias.

• Si tienen fiebre, pero están durmiendo, no los despierta para darles medicación.

Cuando un hijo está enfermo, a los padres les cuesta conciliar el sueño, ya que suelen mantenerse al tanto del pequeño. Sin embargo, la especialista advirtió que “dormir es importante para la curación, la recuperación y el crecimiento”, por lo que si un niño está durmiendo, es recomendable dejar que descanse y esperar a que despierte para darle la medicación.

Muchos padres entran en desesperación cuando su hijo se enferma. Foto: Alamy

• Si los nota molestos, no duda en darle medicamentos para controlar la fiebre.

“Si su hijo tiene fiebre y respira más rápido o con más dificultad, bebe menos líquidos o tiene problemas para descansar, no dudaría en darle medicamentos seguros y eficaces de uso generalizado, como paracetamol o ibuprofeno, para promover su comodidad”, dijo la pediatra.

Estos medicamentos generalmente suelen estar en toda casa en donde hay niños pequeños. De hecho, son los primeros que los pediatras suelen darle a los niños ante la presencia de ciertos síntomas.

Pero, “si el pequeño está tomando estos medicamentos tres o cuatro veces al día, durante más de tres días, y el malestar no cede, probablemente sea hora de consultar al médico”, lanzó Fradin.

Si el niño tiene fiebre, es recomendable darle medicamentos seguros y eficaces. Foto: Unsplash

• Nunca se concentra en la temperatura más que en la apariencia del niño.

Es importante no entrar en pánico cuando el número del termómetro excede los límites “normales”. En estas situaciones, la doctora recomienda “observar a los hijos antes” ya que, si el niño se siente bien, respira normalmente y está bien hidratado, probablemente no se trata de una emergencia.

Sin embargo, “si se lo ve muy enfermo, aunque su termómetro indique que no tiene fiebre, es posible que necesite atención médica”, señaló.

• Sólo usa miel para aliviar la tos

Muchos padres, al ver a sus hijos con tos, recurren a la compra de jarabes pensando que esa es la mejor solución. En esta línea, la doctora destacó que “los medicamentos contra la tos pueden hacer más daño que bien, y la Academia Estadounidense de Pediatría los desaconseja”.

En niños mayores de un año, se puede utilizar miel para la tos. Foto: Unsplash.

“Los jarabes para frenar la tos que contienen muchos medicamentos en un solo producto pueden aumentar el riesgo de cometer un error de medicación. Por ejemplo, si le dio un antitérmico por fiebre previamente a un niño y luego su medicamento para la tos también tiene paracetamol como ingrediente clave, podría provocar una sobredosis”, agregó Fradin, quien recomendó: “En niños mayores de un año, utilizo exclusivamente miel o jarabe para la tos con miel como ingrediente principal. Se ha demostrado que funcionan tan bien como otros medicamentos, pero con menos riesgos”.

• No mide los medicamentos en cucharaditas

La doctora comenzó explicando que casi 700.000 niños sufren errores de medicación al año. Los que corren mayor riesgo son los más pequeños, ya que generalmente tienen múltiples cuidadores que tal vez, no llevan bien el “cronograma del medicamento”.

La complejidad aumenta con los medicamentos líquidos. “Las dosis para niños varían según la edad y el peso. Las cucharaditas son de diferentes tamaños y las cucharaditas y las cucharadas también se mezclan. Por seguridad, siempre recomiendo la dosificación en mililitros para mejorar la precisión y evitar errores”, cerró.