No solo se consumen a través del agua, sino también están presentes en el aire y por contacto dérmico.
Por Canal26
Lunes 7 de Octubre de 2024 - 17:25
El plástico es un elemento contaminante que podemos encontrar en diversos objetos, como botellas de agua o bandejas descartables de comida. Si bien no siempre lo podemos ver, este material se fragmenta en partículas diminutas que, con el tiempo, impactan negativamente en el medio ambiente y en la salud humana.
Estas partículas, que se denominan micro y nanoplásticos, son imposibles de evitar ya que se ingieren a través del agua, del aire o incluso por contacto dérmico. Esto fue afirmado en un artículo publicado en la revista Results in Engineering.
Según los expertos, se estima que cada adulto consume cerca de un millón de partículas de microplásticos al año a través del agua potable. Ante este escenario, las recomendaciones que brindaron fueron que no solo hay que reducir la ingesta de micro y nanoplásticos en los cuerpos de agua, sino que también se deben implementar estrategias para disminuir la contaminación actual.
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Cuando se descarta una botella de plástico, el destino es incierto ya que puede terminar en ríos u océanos. Con el paso del tiempo, debido a los rayos del sol, entre otros factores, se fragmentan en partes muy pequeñas hasta convertirse en microplásticos que miden menos de 5 milímetros de diámetro, o en nanoplásticos que son todavía más pequeños y pueden llegar a medir una décima de milímetro.
Debido a su diminuto tamaño, estas partículas de plástico se filtran en diversos lugares como en la tierra, en el agua y en el aire que se respira. Según recientes estudios, estas partículas fueron encontradas en los rincones más insólitos del planeta: desde en la profundidad del océano hasta en la punta de una montaña.
Además de afectar al medio ambiente, también están entrando al organismo humano a través de la comida, el agua o incluso el aire. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estas partículas contaminantes ingresen a nuestro cuerpo podría ser riesgoso para la salud.
Según los primeros resultados del reciente estudio, podría afectar al sistema nervioso, causar inflamación, alterar el sistema inmunológico y hasta aumentar el riesgo de cáncer. Sin embargo, es un campo que todavía no se investigó con profundidad como para determinar cuáles microplásticos y nanoplásticos son peligrosos.
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Según los expertos, una vez que estas pequeñas partículas de plástico están en el aire, es muy complicado eliminarlas. En las plantas de tratamiento de agua, los métodos usuales no son suficientes para eliminarlas o retenerlas.
Si bien los científicos recomendaron técnicas como la filtración avanzada o la precipitación, que resultan eficientes, no están al alcance de todos. En las zonas más pobres, el agua potable recibe tratamientos muy básicos como la cloración, lo que significa que estas partículas contaminantes siguen en el agua que la gente consume a diario.
Ante este escenario, una de las posibles soluciones es reducir la producción y el uso del plástico. Individualmente, se puede optar por botellas de acero o bolsas de tela en lugar de productos de plástico desechable. Además, también se debe fomentar el reciclaje y separar la basura, dos acciones que ayudan a disminuir la cantidad de plásticos que termina perjudicando el medio ambiente.
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