Por Canal26
Viernes 8 de Noviembre de 2024 - 05:00
Raquel Godos
Madrid, 8 nov (EFE) .- El negacionismo climático sigue siendo protagonista en el universo de falsedades que circula en internet; sin embargo, cada vez son más las narrativas desinformadoras que ahora atacan a la tecnología verde: incendios causados por coches eléctricos, aerogeneradores marinos que matan ballenas o paneles solares que causan más desechos que las nucleares.
La vigésimonovena Conferencia de las Partes sobre el Clima (COP29) que se celebrará en los próximos días en Bakú (Azerbaiyán) buscará encontrar cauces de financiación para la transición de los países con menos recursos a economías de cero emisiones, unas políticas atacadas de forma constante por la desinformación.
Según los datos arrojados por el proyecto Elections24Check, donde participaron 40 verificadores europeos, entre ellos EFE Verifica, el 20 % de las falsedades vinculadas al clima que fueron desmentidas por la coalición en los primeros siete meses de este año formaban parte de narrativas contra las tecnologías verdes.
De las 234 afirmaciones falsas desmentidas sobre clima y medioambiente, 47 dedicaron sus esfuerzos a desinformar sobre la eficacia de las políticas y las tecnologías destinadas a paliar las consecuencias de la crisis climática.
"Las carreteras de Alemania están bloqueadas porque los coches eléctricos se quedan sin carga por el frío", aseguraban mensajes desinformadores el pasado invierno adjuntando una imagen donde se podían ver decenas de coches parados en una carretera cubierta de nieve. "Qué inteligente tener vehículos eléctricos", ironizaba otra de las afirmaciones.
En primer lugar, como pudo corroborar EFE Verifica, la foto con la que ilustraban los mensajes no correspondía con una carretera en la Alemania actual, sino a una vía afectada por el fuerte temporal de nieve que azotó la ciudad de Chicago y otros puntos de Estados Unidos en febrero de 2011.
Pero además, distintos estudios demuestran que los coches eléctricos pueden funcionar durante horas y recorrer cientos de kilómetros en temperaturas extremas, aunque su carga puede resentirse ligeramente por el frío intenso.
Otra de las narrativas que se repiten contra este tipo de vehículos los acusan de ser altamente inflamables y sufrir incendios espontáneos.
Ante el incendio de un autobús público en Barcelona el pasado mayo, numerosos mensajes apuntaron a que se trataba de un bus eléctrico y que esa había sido la causa de que se prendiera fuego. El registro del vehículo en la Dirección General de Tráfico (DGT) demostró que se trataba de un autocar con motor diésel.
"Donde ponen placas solares ya nunca se puede volver a cultivar. Gastan mucha agua y productos químicos para su limpieza y desprenden metales pesados al suelo", aseguraba un mensaje el pasado junio, que se hacía eco de un supuesto estudio de Harvard que afirmaba que los paneles solares generan 300 veces más desechos tóxicos que una central nuclear.
Pero lo cierto es que la revista Harvard Business Review no publicó ningún artículo que diera esa cifra, sino que advirtió de la importancia de mejorar las tecnologías de reciclaje de placas solares ante su incremento exponencial de uso.
Beatriz Galiana Blanco, profesora titular del departamento de Física de la Universidad Carlos III de Madrid explicó a EFE Verifica que "es bien sabido que los desechos nucleares mantienen su radioactividad por decenas de años", mientras que la energía solar tiene un margen de mejora para poder ser "aún más verde".
Dentro de esa misma narrativa, este octubre se difundieron mensajes que aseguraban que una tormenta de granizo en Texas había destrozado miles de placas solares, liberando materiales tóxicos, como el cadmio.
Sin embargo, como comprobó Maldita.es, miembro de la Red Internacional de la Verificación (IFCN, por sus siglas en inglés), al igual que EFE Verifica, las placas solares que se rompieron estaban hechas con silicio, el material más habitual de esos aparatos y que en su forma sólida no supone un riesgo ni para el medioambiente ni para la salud humana.
Además de arremeter contra estas tecnologías, las narrativas desinformadores también adjudican decisiones políticas falsas a las instituciones o Gobiernos, tratando de ridiculizar con falsedades las medidas que se toman contra el cambio climático.
Ejemplo de ello fueron otros mensajes que se viralizaron asegurando que la Unión Europea iba a prohibir el césped artificial en las instalaciones deportivas, cuando lo que hizo la institución comunitaria fue regular el uso del relleno granular de caucho.
En la misma línea, atribuyen falsas propuestas a personalidades políticas que se han mostrado a favor de impulsar políticas verdes, como que Hillary Clinton plantease eliminar el dinero en efectivo o que el fundador del Foro Económico Mundial (FEM), Klaus Schwab, quisiese prohibir a la población que lave sus pantalones más de una vez al mes. EFE
rg/ess
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