Con las tribunas vacías, pero el corazón contento

El partido que jugaron hoy River y Tigre tuvo la particularidad de que la tribuna "popular" local del estadio Monumental lució vacía, debido a la sanción que le impusieron a la entidad de Núñez, por los disturbios ocurridos hace dos semanas en la cancha de Vélez.

Resultó extraño levantar la vista en el estadio Monumental y ver en la tribuna, donde habitualmente se ubica la barra brava de River, sólo a tres policías, destacándose entre la soledad por sus chalecos de color naranja.

Esta vez no hubo actos de violencia en el estadio Monumental, tampoco bombos y banderas grandes, y no se pudo ver, al menos agrupados, a los integrantes de "Los Borrachos del Tablón", de ninguna facción, por eso, la fría tarde transcurrió en paz.

Nadie extrañó a los violentos, quienes de haber querido no hubieran podido ingresar, porque esta vez se reforzaron los controles en cuanto al derecho de admisión.

El mal partido y el frío provocaron que los gritos de los hinchas "millonarios" no fueran algo que se sintiera, todo lo contrario, al punto que se escuchó más en el Monumental al puñado de simpatizantes de Tigre, que estuvieron ubicados en un codo de la tribuna general visitante.

Pese a ser líder del certamen, la hora del partido, los últimos hechos de violencia y que sólo los socios de River podían asistir a la cancha a ver a su equipo, conspiraron contra el acompañamiento al equipo de Diego Simeone que podría aspirarse en esta instancia.

Lo mismo que sucedió hoy ocurrirá cuando River enfrente, por la duodécima fecha del torneo Clausura, a Argentinos Juniors, cuando la tribuna popular podrá volver a ser ocupada por los hinchas comunes, esperando que los violentos no se presenten.