El "Xeneize" definirá su futuro en el torneo continental ante Palmerias en un país que debió visitar en más de una ocasión y donde protagonizó partidos históricos.
Tras el 0-0 en la semifinal de ida, Boca Juniors se jugará el pase a la gran final de la Copa Libertadores este jueves ante Palmeiras en Brasil, terreno en el que no será la primera vez que deba definir su futuro en el torneo más importante del continente.
Y es que hasta el momento, el "Xenezie" disputó 23 series mano a mano contra equipos brasileños, de las cuales 14 se concretaron en el país vecino, con partidos para el recuerdo y la presencia del "Verdão", próximo rival a vencer, en más de una ocasión.
En caso de salir victorioso, el club de la Ribera volverá a definir en Brasil, ya que el Maracaná fue el estadio elegido por la Conmebol para albergar el encuentro consagratorio, a disputarse el próximo sábado 4 de noviembre.
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Se podría decir que la primera definición "100% real" en tierra del jogo bonito se dio en 1991, puesto que la historia entre Boca y Cruzeiro de la final de 1977 contó con tres partidos: luego del 1-0 tanto en la ida como en la revancha, el desempate se jugó en el Centenario de Montevideo, en donde los del "Toto" Lorenzo se impusieron 5-4 en los penales tras igualar en cero, para consagrarse por primera vez.
En la edición del '91, el "Xeneize" venía de quedar segundo en el grupo compartido con Bolívar (1°), Oriente Petrolero (3°) y River Plate (4° y eliminado). En octavos de final, los del "Maestro" Tabárez se enfrentaron al Corinthians. El gol de Alfredo Graciani a los 11 minutos, y un doblete de Gabriel Batistuta (43' y 84') fueron suficientes para el 3-1 en La Bombonera (descontó Giba a los 38'). La vuelta en el Morumbi fue 1-1 por los tantos otra vez del "Murciélago" (63') y de Paulo Sérgio (76'). En la próxima fase, el equipo azul y oro dejó en el camino a otro brasileño: Flamengo, aunque la historia se definió en Argentina.
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2007 fue el último año en el que Boca Juniors logró alzarse con La Copa Libertadores. En aquella edición, Miguel Ángel Russo tenía bajo su tutela un gran equipo con uno de los mejores tridentes ofensivos de la historia del club: detrás de Rodrigo Palacio y Martín Palermo se encontraba un Juan Román Riquelme en plena forma recién llegado de Europa. El hoy vicepresidente de la institución se lució durante todo el certamen y especialmente en las finales ante Gremio.
El "Xeneize" ganó ambos partidos de punta a punta. "La Joya" Palacio a los 18', Román a los 72' y un tanto 50% en contra de Patricío y 50% de Pablo Ledesma sellaron un contundente 3-0 aquel 13 de junio en La Bombonera. Una semana después, los miles hinchas del "Tricolor" presentes en el Estadio Olímpico Monumental esperaban la remontada épica, pero, para ellos, fue un encuentro más que olvidable.
Aquella famosa noche de los pantalones amarillos, Juan Román Riquelme sentenció la historia marcando por duplicado, a los 68' y los 80', con el primero siendo uno de los golazos más recordados en la historia del club. Gracias al 5-0 global, Boca es, hasta la actualidad, el campeón con mayor diferencia en una final en la Libertadores. Si bien en esa ocasión todo fue color de rosas, los años siguientes, la Copa se convirtió totalmente adversa para el conjunto azul y oro, que no volvió a ganarla, al menos hasta este 2023.
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El 50% de las caídas del "Xeneize" definiendo en Brasil se dieron en dos de las últimas tres ediciones (sin contar este año). En la de 2020, ante Santos, perdió la última semifinal que disputó hasta esta ante Palmeiras. Un nada destacable 0-0 en La Boca hizo que todo se defina el 13 de enero (de 2021, ya que el torneo estuvo suspendido por la pandemia de Coronavirus) en el Estadio Urbano Caldeira, donde el 3-0 en poco más de 50 minutos (Diego Pituca, Yeferson Soteldo y Lucas Ribeiro) sentenció una de las peores series del conjunto argentino en la competición continental.
El torneo correspondiente a 2021 terminó temprano para Boca. En aquella ocasión, su verdugo fue Atlético Mineiro, en octavos de final. Un empate a cero tanto en la ida como en la vuelta derivaron en una tanda de penales que el "Galo" se llevó por 3-1 (erraron Sebastián Villa, Carlos Izquierdoz y Esteban Rolón). Esa noche estuvo marcada por la polémica: a los 62', el árbitro Esteban Ostojich anuló un gol de Marcelo Weigandt, luego de ser avisado por el VAR de un supuesto offside del "Pulpo" González.
Con un ambiente caldeado desde la ida, donde tampoco convalidaron un gol "Xeneize" en una también discutible decisión, los jugadores y los integrantes de ambos bancos de suplentes comenzaron a discutir y hasta incluso hubo algunos empujones, manotazos y expulsados. Tras la victoria del conjunto brasileño, se desató una batalla campal en los vestuarios, con futbolistas, miembros del cuerpo técnico y hasta del Consejo de Fútbol de Boca involucrados, de los cuales muchos terminaron recibiendo durísimas sanciones por parte de Conmebol, algunos sufriendo hasta 6 partidos de suspensión, así como también multas para el club. Como si fuera poco, la delegación entera pasó la noche brindando declaración en una comisaría, y además se determinó que rompió la burbuja sanitaria (preventiva ante el Covid-19), por lo que sus próximos encuentros los debió jugar el plantel de la reserva.
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La historia entre Boca Juniors y Palmeiras tiene tres grandes momentos, en los cuales si bien el conjunto argentino siempre triunfó, debió sufrir hasta el último segundo. El primero de ellos fue en la final de la Copa Libertadores del 2000. El "Verdão" venía de ser campeón de la edición anterior, mientras que del otro lado, en el club de la Ribera recién estaba comenzando a gestarse una de sus épocas más gloriosas de la mano de Carlos Bianchi.
El partido de ida se disputó el 14 de junio en La Bombonera. El "Vasco" Rodolfo Arruabarrena facturó por duplicado (21' 61'), mientras que los goles de Pena (43') y Euller (72') para el visitante dejaron las puertas abiertas para una definición infartante en Brasil. Siete días más tarde, la revancha fue empate a cero en el Morumbí. Óscar Córdoba se lució en la tanda de penales, atajando los disparos de Faustino Asprilla y Roque Júnior y decretando así el 4-2 que significó la tercera estrella en el certamen continental para el club luego de una sequía de 22 años sin consagrarse.
Al año siguiente se volvieron a cruzar, pero en las semifinales. El primer encuentro fue en La Boca el 7 de junio y, como la vez anterior, fue 2-2. Guillermo Barros Schelotto (42') y Antonio "Chipi" Barijho (55', fue expulsado 20 minutos más tarde) marcaron para el local, mientras que Alex (18') y Fábio Junior (53') lo hicieron para el cuadro brasileño. Una semana después, se dio el mismo resultado en el Palestra Itália, con Walter Gaitán (2'), Juan Román Riquelme ('17), otra vez Junior (36') y el "Patrón" Bermúdez en contra (66') como los artífices del resultado final. Otra vez los doce pasos definieron el destino de ambos y otra vez el arquero Colombiano fue figura: tapó los tiros de Alex y Basílio, mientras que Arce reventó el travesaño en el quinto (había fallado Traverso en Boca). 3-2 final y una nueva final para los del "Virrey", que se consagrarían ante Cruz Azul.
La última vez que ambos equipos protagonizaron una serie de eliminación directa fue en las semifinales del 2018, año en el que también compartieron grupo (1-1 en Brasil y victoria brasileña 2-0 en La Bombonera). El "Xeneize" venía de eliminar también en Brasil a Cruzeiro en cuartos, por un global de 3-1, y logró el pase a la final tras ganar 2-0 en Argentina con un doblete de Darío Benedetto (83' y 87') y empatar 2-2 en el Allianz Parque por los tantos de Wanchope Ábila (17') y Benedetto (69') de un lado; y de Luan (52') y Gustavo Gómez (60') del otro. River Plate se quedaría con la gloria ante los de Schelotto en la recordada final en Madrid.
Hasta el momento, Boca nunca perdió en series "mata-mata" contra Palmeiras, aunque siempre se le resultó un rival difícil, en menor o mayor medida. Es por ello que este jueves, los dirigidos por Jorge Almirón saben que deberán hacer un partido perfecto para mantener esta racha histórica y meterse de nuevo en una final, con el objetivo de la tan ansiada séptima Copa Libertadores que se volvió una obsesión entre todo el pueblo boquense.
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Resumen: 14 partidos jugados, de los cuales en 10 avanzó a la siguiente fase o salió campeón y en cuatro quedó afuera.
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