Arcade Fire brilló en primera noche del Lollapaloza

Es una de las bandas más elogiadas de la época. Hizo vibrar al público argentino. Más de 50 mil personas asistieron al Hipódromo de San Isidro. Nine Inch Nails, New Order y Phoenix también dieron cátedra.

Por Canal26

Miércoles 2 de Abril de 2014 - 00:00

La banda canadiense Arcade Fire, una de las más elogiadas de los últimos años, ratificó sus credenciales ante el público argentino con un soberbio show de cierre de la primera jornada del festival Lollapalooza ante más de 50 mil personas en el Hipódromo de San Isidro, donde también sobresalieron Nine Inch Nails, New Order y Phoenix.

El Lollapalooza finalizará este miércoles con los Red Hot Chili Peppers, encargados de cerrar la segunda noche, en una jornada en la que se presentarán también destacados artistas internacionales y nacionales como Soundgarden, Pixies, Illya Kuryaki and the Valderramas; Vampire Weekend; Johnny Mar; Pez y Jovanotti.

Así la Argentina concretó su primera edición del célebre festival rockero, uno de los más importantes del mundo, creado en 1991 por el cantante y líder del grupo Jane s Adiction, Perry Farrel, que le permitió al público nacional disfrutar de más de 40 bandas internacionales en dos fechas.

En su primera visita al país, los siete integrantes de Arcade Fire, más cuatro músicos adicionales, saltaron pasadas las 22.00 al escenario principal con el desafío de redondear un show contudente, acorde a su condición de cabeza de cartel de tan importante evento que congregó a 54.700 personas, de acuerdo con lo informado por la organización.

Y lo lograron con una hora y media exacta de concierto que se transformó en una montaña rusa de climas y emociones, y donde los de Montreal pudieron ir del rock épico de estribillos cantados con el puño en alto al synth-pop más bailable, pasando por la música haitiana y el groove jamaiquino, todo eso con una cohesión y aplomo que sólo los grandes tienen.

Además de los temas de su reciente disco "Reflektor", sonó lo mejor de sus tres trabajos anteriores, entre ellos el ritmo marcial de "Ready to Start", las tonealdas de emoción de la barroca "Tunnels", esa cabalgata infernal pseudo-country de "Keep the Car Running" y el logrado swing a base de piano de "The Suburbs".

El cantante y guitarrista Win Butler (el cerebro del grupo) agradeció en varios pasajes al público esa costumbre tan argentina de corear los riffs de guitarras o teclados, mentras que su esposa Regine Chassagne (el corazón del grupo) casi no tocó dos canciones seguidas con el mismo instrumento; pasó por el piano, la batería, el acordeón, el xilofón y hasta un hurdy-gory.

El glorioso cierre del show llegó con su canción más famosa, "Wake Up", y el público casi rompiendo sus cuerdas vocales para corear ese monumental estribillo.

Previamente, la banda estadounidense de rock industrial Nine Inch Nails, con su líder Trent Reznor a la cabeza , cerró el escenario princiapl número dos con su ya habitual ajustado sonido y gran despliegue técnico en materia visual.

"Wish", "March of the Pigs" y "Hurt" fueron algunso de los temas que sonaron de la mano de Reznor y sus secuaces, quienes marcaron uno de los puntos altos de la jornada, lo que ya se estimaba de antemano tras lo visto en sus anterores shows en Argentina.

A la misma hora que se desarrolló el concierto de NIN, los veteranos de la música electrónica británica New Order (sin el bajista Peter Hook desde unos años) repasaron en el escenario alternativo casi todos sus hits, como "Regret" y "Bizarre Love Triangle".

Y también temas de Joy Division, la legendaria banda que integraron previamente con el fallecido vocalista Ian Curtis, entre ellos "Isolation" y "Love Will Tears Us Apart".

Por el escenario pricipal también habían pasado los franceses de Phoenix quienes con un sónido excelente hicieron bailar a las chicas con su rock rítmico y enérgico, redondeando también uno de los mejores shows de la jornada.

No se pudo decir lo mismo de Julian Casablancas, el cantante de los estadounidenses The Strokes, quien aterrizó nuevamente en Buenos Aires paro en plan solista y, junto a la nueva banda que lo acompaña, ofreció un show con un sonido pobre y caótico, donde sólo sonó un tema de su famoso grupo, "Reptilia".

Más temprano se destacaron los conciertos de la joven neocelandesa Lorde; los estadounidenses Imagine Dragons y Cage The Elephant; y la nueva promesa británica, Jake Bugg, entre otros.