Pampita y Benjamín Vicuña recordaron sus últimas charlas con si hija Blanca: "Fue un anuncio"

Pampita, Benjamín Vicuña y Blanca. Foto: Archivo.

Benjamín Vicuña abrió su corazón y publicó un libro dedicado a Blanca, su primera hija que falleció el 8 de septiembre de 2012 por una neumonía hemorrágica derivadas de dos bacterias que contrajo en unas vacaciones. Pampita también aportó relatos sobre la niña que tenía seis años cuando falleció. 

La modelo recordó su belleza, además de una de las últimas charlas que tuvieron. "Estaba tan grande y hermosa. El último tiempo no paraba de admirar esa belleza en la que se estaba convirtiendo. ¡Se lo dije tanto en el viaje a México! Y también en la clínica los primeros días", escribió. 

Si bien el libro que publicó el actor chileno tiene pasajes emotivos, también hay otros con mucha crudeza. Por ejemplo, Vicuña reveló que fue el encargado de vestir a la niña sin vida para su funeral. Además, recordó algunos de los últimos momentos que le tocó vivir con ella.

Benjamín Vicuña y su hija Blanca. Foto: Archivo.

"El último viaje fue en México. Hay un video de esos días que subí a Instagram en el que ella dice: ‘Quiero volar’", menciona en primer lugar. Y sigue: "Después de lo que pasó, uno resignifica los acontecimientos, y ahora pienso que me estaba diciendo en la cara que quería volar. Que fue un anuncio".

Además de publicarlo, Benjamín Vicuña presentará "Blanca. La niña que quería volar" en la Feria del Libro el próximo 13 de mayo y contará con la presencia de Pampita y sus hijos en el evento.

Algunos fragmentos revelados del libro muestran cómo transitó el duelo y los recuerdos que mantiene de su hija. "Una tragedia que me atravesó como un rayo y me dejó vacío. Me costó años asimilarla y de alguna manera sigo transitando el desierto; pero seguí viviendo", definió sobre su vida tras la muerte de Blanca.

Blanca Vicuña. Foto: Instagram.

Uno de los puntos más fuertes de la publicación del ex de la China Suárez incluye a Carolina Ardohain y los días posteriores al fallecimiento de su hija. "Carolina se despertaba preguntando desesperada dónde estaba su Blanquita. Se levantaba de la cama, caminaba por el pasillo e iba a su cuarto. La buscaba como una leona desesperada. Yo solo podía abrazarla, contenerla y responder: ‘Nuestra niña está bien, está en un lugar mejor’. Como una frase que se repite, como un texto aprendido de una escena mala", recordó.