Rompió el silencio: Nahir Galarza contó como era Fernando Pastorizzo en la intimidad

Nahir Galarza

La historia de Nahir Galarza, la joven que fue condenada a prisión perpetua por el asesinato de su novio Fernando Pastorizzo, sigue dando de que hablar, sobre todo luego de que se estrenara la película del caso.

Sin embargo, las situación atrajo más miradas luego de que saliera a la luz un video documental de dos capítulos llamado "Nahir: el secreto de un crimen". El mismo tiene un enfoque más íntimo y cuenta con el testimonio de la acusada desde la cárcel. 

Nahir Galarza. Foto: NA.

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La infancia de Nahir Galarza 

En el primer capítulo, Nahir habla de su infancia, sobre todo de su padre, a quien admiraba a pesar de que no mantenían una relación “cercana”.  También menciona a su madre y a Pastorizzo, su pareja. “Es complicado porque tuvimos distintas etapas”, dijo al respecto.

“Los dos sabíamos que no teníamos una relación seria... Que nunca nos íbamos a presentar a nuestra familia, que nunca íbamos a poder hacer cosas de pareja, pero a la vez nos seguía molestando que el otro hiciera algo”, explica en el documental.

Nahir Galarza. Foto: archivo

A pesar de su corta edad, la relación que mantenía con Fernando era compleja: “Nos separábamos y estábamos mejor, pero a la vez nos sentíamos mal y por eso volvíamos a hablar. O por ahí yo lo veía llorar y me daba mucha tristeza a mi y me sentía culpable también o terminaba apareciéndose en mi casa, no sé, a las 2 de la mañana porque sabía que todos dormían”.

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Una relación violenta

“La situación se fue agravando y fue poniéndose todo más violento. Se enojaba mucho y se ponía de una manera que yo nunca lo había visto”, expresa.

A lo largo del video, la joven menciona las actitudes violentas que su pareja tuvo con ella. “Una vez Fernando rompió su propio celular. Después ya directamente empezaron los golpes hacia mi, después ya me empezó a pegar a mi”.

Nahir Galarza y Fernando Pastorizzo. Foto: archivo

“Siempre era por lo mismo, o por celos o porque hacía cosas que no le gustaban, o por la ropa que me ponía o porque se enteraba con quién me hablaba”, explica. “Lo único que quería era que la terminara, entonces le decía que era todo mentira o le pedía perdón. Todo para que él se calmara. Es como que no sabía cómo defenderme tampoco”, finaliza el documental.