Tras la muerte de su esposa, Liam Neeson sufre otro drama familiar

Liam Neeson está de luto por la muerte de su sobrino, Ronan Sexton, que ha fallecido el pasado fin de semana debido a las lesiones cerebrales que le provocaron una caída en 2014.

Sexton tenía 35 años y estuvo internado desde que se resbaló y cayó cuatro metros en junio de 2014. Era el hijo menor de la hermana del actor, Bernadette, y vivía en Cushendall, en Irlanda del Norte.

Esta pérdida se suma a la otra tragedia por la cual debió atravesar el actor cuando hace diez años falleció su esposa, Natasha Richardson. Richardson, hija de la reconocida actriz Vanessa Redgrave, murió a los 45 años por un traumatismo que le provocó una caída durante un accidente de esquí en Canadá. La esposa del actor se golpeó en la cabeza mientras esquiaba en la estación de Mont Tremblant, cerca de Quebec.

"La actriz se resbaló en una pista para principiantes, mientras recibía una lección de esquí. Iba acompañada de un instructor, que llamó a una patrulla, y, a pesar de que al principio no mostraba ninguna herida, fue inmovilizada por su seguridad. Solo una hora después empezó a sentirse mal", explicó entonces un portavoz de la pista de nieve. A petición de su marido, y para que los hijos estuvieran a su lado, un jet privado trasladó al matrimonio a Nueva York, al hospital Lennox Hill, donde su situación crítica empeoró a muerte cerebral. Allí, sus amigos y su familia pudieron despedirse de ella.

A principios de 2017, el actor expresó abiertamente en una entrevista que aún no había superado la muerte de su esposa, con quien tuvo dos hijos, Michael y Daniel.