La ciencia responde: ¿cuál es la explicación detrás del deseo de besarnos?

La razón científica del beso. Foto: Unsplash.

El hecho de besarse es entendido como una señal de amor hacia la otra persona. Eso se sabe. Sin embargo, lo que no se conoce en profundidad es la razón científica por la cual esta forma de manifestar afecto es tan extendida y se observa incluso en animales.

Una investigación realizada por la Universidad de Warwick publicada en la revista Evolutionary Anthropology, buscó encontrar una respuesta evolutiva al deseo de besar y detectó que regulan las interacciones humanas.

Beso. Foto: Unsplash.

La investigación planteó una hipótesis relacionada con el acicalamiento entre los simios, una práctica que no solo ayuda a eliminar parásitos del pelaje de otros miembros del grupo, sino que también es fundamental para formar y reforzar sus vínculos sociales. 

Al analizar el comportamiento animal, los investigadores notaron que, al finalizar la limpieza, el mono utilizaba sus labios sobresalientes para succionar, permitiendo así la eliminación de parásitos o desechos del otro simio.

Aunque los seres humanos no practican el acicalamiento en el mismo sentido que los simios, lo que perdura en las personas es una forma de contacto similar, especialmente en el gesto de contacto boca a boca. Esta interacción no solo refuerza los vínculos sociales, sino que es más significativa y relevante que cualquier otro comportamiento social comparado hasta el momento.

Besos, besarse, parejas. Foto: Unsplash

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El beso no es en todo el mundo una señal de afecto

Un estudio científico diferente al encargado de analizar el deseo por el beso, analizó un total de 168 culturas diferentes y reveló que solamente el 46% de ellas practica el beso en un contexto romántico.

Esta investigación concluyó que el beso no es una práctica común en todas partes del mundo, dado que en algunos territorios esta forma de vinculación es considerada incómoda o desagradable. De este modo, a pesar de sus raíces evolutivas, el significado y la importancia del beso pueden variar significativamente entre diferentes sociedades.