La travesía de una familia argentina para poder salir del país en plena pandemia

La familia porteña que recorrió 1.400 kilómetros para llegar a Paraguay.

Una familia que recorrió 1400 kilómetros para empezar una nueva vida. Hacía un tiempo que Patricio, María Florencia y Tomás, su hijo de 8 años, pensaban la idea de cambiar de rumbo. Dejar Buenos Aires para trabajar y estudiar al borde de las playas de Costa Rica.

Con la propuesta firme tomaron la decisión: cancelaron el contrato de alquiler en la casa del barrio de Caballito, renunciaron a sus empleos y compraron los pasajes en avión. Pero de un vuelo fantasma.

Con la decisión del Gobierno Nacional de bajar el cupo de ingresos al país de 2.000 a 600 personas por día también repercutió en los viajes de egreso. Es que las aerolíneas suspendieron todos sus aviones ya que no hay pasajeros que se suban.

La familia porteña ya había contratado una agencia de traslados llamada Van al Aeropuerto, por realizar el simple movimiento desde la Capital Federal hasta Ezeiza. Pero el vuelo se canceló y por un momento se encontraron sin casa, trabajo ni pasajes.

Desde la agencia de traslados, conocida en las redes sociales por la forma en que relatan las historias de los viajes que realizan, les propusieron lo siguiente: cambiar los pasajes al aeropuerto de Asunción y viajar en coche hasta Paraguay.

"En Uruguay solo pueden entrar residentes, a Brasil no se puede ingresar por tierra, Chile es peligroso por la cantidad de nieve y Bolivia no es recomendable por la lejanía del aeropuerto más cercano. Entonces lo mejor era llegar hasta Paraguay", cuenta Alejandro Velarde, dueño de Van al Aeropuerto.

La aerolínea por la que viajaban les permitió cambiar el origen de salida y la fecha finalmente se pasó a este 3 de julio a la 1 de la mañana. Por ende el viernes salieron a la ruta bien temprano y para antes del mediodía ya estaban en Corrientes.

"A punto de cruzar de Corrientes a Chaco. Del otro lado nos espera un amigazo que nos va a dar una mano enorme. Ahora les cuento", describía la cuenta de la agencia de traslados en Twitter, donde difundieron la foto de la familia, mientras los usuarios seguían el minuto a minuto del viaje.

Alejandro, que relataba la travesía en tiempo real, explicó que como la familia no había hecho a tiempo a imprimir los resultados de los hisopados ni los pasajes, tuvo que pedirle a un amigo chaqueño que le imprimiera los papeles y se los acercara hasta la ruta.

"No sólo eso hizo. Cuando llegó apareció con una bolsa llena de chipá para que la familia pueda comer en lo que quedaba del viaje", contó Alejandro. Pero faltaba un escollo difícil: acceder a Formosa, una de las fronteras internas más complicada de toda la cuarentena.

"En el ingreso a la provincia nos dejaron pasar a todos menos al otro chofer (eran dos los que manejaban). Lo obligaban a hacerse otro hisopado y pagar cinco mil pesos. Se bajó y esperó al costado de la ruta a que su compañero dejara a la familia y lo volviera a rescatar al regreso", describió.

Faltaban los últimos 180 kilómetros para llegar hasta el puente fronterizo. Del otro lado lo esperaba otro chofer, paraguayo, que cargó los equipajes en su camioneta, los esperó en Migraciones y los cruzó a Paraguay.

Como si el estrés por el viaje largo e improvisado tuviera su recompensa y como el tiempo sobraba, el chofer paraguayo, Ronald - hincha de Vélez desde que su compatriota José Luís Chilavert defendía ese arco - los llevó a recorrer gratis parte de la ciudad y luego sí finalmente los alcanzó hasta el aeropuerto internacional Silvio Pettirossi, de Asunción.

Ya este sábado Alejandro contó que la familia debió hacer una escala larguísima en Panamá para luego abordar el vuelo a San José de Costa Rica. Una travesía impensada que les llevó más de 40 horas desde que salieron de Buenos Aires.

Fuente: Diario Clarín.