Pese a que subió el ingreso promedio de la gente, la pobreza sigue siendo elevada

El PBI per cápita es en la actualidad un 6 % superior al máximo nivel registrado en 1998, pero igualmente la pobreza es todavía 2,6% superior a la de ese año, según un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA). De acuerdo con este trabajo, uno de los factores que influye en este desequilibrio es el impacto del trabajo en negro, que según cifras oficiales supera el 44%.

Por Canal26

Domingo 24 de Septiembre de 2006 - 00:00

En los últimos días, las cifras oficiales difundidas por el INDEC indican que la pobreza bajó al 31,4 por ciento en el primer semestre de 2006.

"La caída en la proporción de gente que vive por debajo de la línea de la pobreza ha sido importante. Sin embargo, la reducción es insuficiente", sostuvo la entidad que preside Osvaldo Giordano. A la hora de explicar los motivos de por qué la suba del PBI per cápita no se condice con una baja proporcional del índice de pobreza, la entidad sostuvo que "si bien existen muchos factores que explican este fenómeno, uno de especial importancia es el mal funcionamiento del mercado de trabajo".

En relación a este punto el INDEC informó que en el primer semestre de 2006, el trabajo no registrado fue de 44,2 por ciento de la población. "El dato señala que en este caso la caída no ha sido tan importante dado que en el 2004 era de 48 por ciento. Sin embargo, el punto central es que existe una estrecha vinculación entre pobreza y trabajo no registrado", indica el informe.

Al respecto, en el documento de IDESA se realiza un análisis regional entre los índices de pobreza y el trabajo en negro. En este sentido, la Patagonia (excepto Neuquén) y la Ciudad de Buenos Aires tienen menos del 30 por ciento de empleo no registrado y una incidencia de la pobreza inferior al 20 por ciento.

Las zonas de Cuyo y región pampeana presentan tasas de incidencia de empleo no registrado que oscilan entre 35 y 45 por ciento y la pobreza se ubica por encima del 20 por ciento. En cambio, en el norte del país el empleo no registrado se ubica entre 45 y 55 por ciento y la pobreza es superior al 45 por ciento.

"La correlación es bastante estrecha. En las zonas más prósperas del país las actividades económicas son de mayor productividad y, por lo tanto, generan oportunidades laborales de razonable nivel de calidad que se manifiesta en bajo nivel de empleo en negro y reducida incidencia de la pobreza", sostuvo la entidad.

Agregó que "aún cuando se sostengan altas tasa de crecimiento en los próximos años, la pobreza seguirá siendo alta y con fuertes disparidades regionales. Obviamente que si el crecimiento se detiene el panorama será aun más desalentador".

"El problema no se resuelve con normas laborales más rígidas y costosas. Tampoco con un sistema de fiscalización más riguroso. Este tipo de política laboral 'penalizadora' profundiza la informalidad porque contribuye a que la protección de las normas laborales se limite al reducido ámbito de las empresas más grandes", aseguró IDESA. (NA)