La exposición permanente a la vasta cantidad de información que dispone el internet puede generar que algunas personas no puedan evitar consumir malas noticias.
Por Canal26
Lunes 30 de Octubre de 2023 - 11:19
El término doomscrolling, una combinación entre "doom" (desastre, fatalidad) y "scrollen" (desplazamiento, por ejemplo, del contenido en redes sociales), define a la necesidad permanente que presentan algunas personas de consumir malas noticias.
Las personas que experimentan el doomscrolling no pueden evitar la búsqueda de noticias no tan agradables dentro de la web y las redes sociales, lo cual puede generar cuadros de ansiedad o tristeza. Si bien la mayoría de la población busca informarse sobre el día a día en todos los temas de agenda, aquellos que padecen esta necesidad solamente pueden enfocarse en los acontecimientos catastróficos.
En un contexto de guerras, crisis climáticas y demás fenómenos, el consumo de noticias fatales es casi inevitable. Fuente: Unsplash.
Este rasgo, considerado obsesivo-compulsivo por profesionales, puede ser explicado por la psicología. Para Lacan, quien se enfocó en el psicoanálisis, existe un estadío que representa al "placer y la insatisfacción al mismo tiempo", una teoría que explicaría "un gusto inconsciente" hacia aquello que lo perjudica a uno mismo.
También, algunos individuos pueden manifestar, de manera consciente o inconsciente, un alivio ante la desgracia ajena, agradeciendo no pasar por aquellas trágicas situaciones que ven en internet. Esto podría explicarlo Nietzsche, figura relevante de la filosofía, sobre el pensamiento individual al momento de atravesar las adversidades: "Lo que no me mata, me hace más fuerte".
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Con esta práctica, es importante destacar que puede ocasionar determinados efectos psíquicos que podrían afectar la calidad de vida. La posible sintomatología es la siguiente:
Leer noticias negativas puede influir negativamente en el nivel de serotonina. Fuente: Unsplash.
Un factor importante para evitar caer en esta práctica es reducir el tiempo de exposición a computadoras y celulares, debido a que el cerebro necesita "tener descansos" del bombardeo constante de información.
También, puede ayudar conectarse con la naturaleza: salir a caminar o hacer ejercicio, además de ser un hábito saludable, ayuda a oxigenar el cerebro y aparta los pensamientos intrusivos.
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