Quedó libre la asesina de Lino Palacio tras 21 años presa

En 1984 Claudia Sobrero mató al dibujante y a su esposa cuando la descubrieron robando en su casa. Fue la única mujer condenada el castigo más grave que prevé el Código Penal Argentino y ahora recuperó su libertad.

Por Canal26

Domingo 5 de Febrero de 2006 - 00:00

 

Claudia Sobrero fue la primera mujer condenada a reclusión por tiempo indeterminado, el castigo más grave que prevé el Código Penal Argentino luego de que en 1984 matara al dibujante Lino Palacio y a su esposa tras descubrirla robando en su casa.

La encarcelaron en Ezeiza y cumplió 21 años presa. En el penal trabajó y estudió. La detuvieron cuando tenía 21 años, perdida en todo tipo de adicciones. Estaba en pareja con Jorge Palacio Zorrilla, nieto del dibujante, quién fue, sin quererlo, el que facilitó el doble crimen.

La medianoche del 14 de setiembre de 1984, Sobrero entró con dos amigos al departamento de Lino Palacio, en pleno Barrio Norte. La joven le había robado las llaves a su pareja y creía que no había nadie en casa. De repente la pareja los descubrió y terminaron matando al dibujante y su esposa, ambos de 81 años.

A Sobrero la sentenciaron a reclusión perpetua con pena accesoria de reclusión por tiempo indeterminado. Luego inició su recuperación, que llevó a la Procuración Penitenciaria a considerarla "un caso emblemático de resocialización".

Presa, se puso a estudiar Sociología, participó en cursos, seminarios y talleres. Además, expuso en jornadas y congresos de sociología y escribió para revistas. También se dedicó al arte. Ayudó a crear el taller de serigrafía en el penal y su obra, expuesta en galerías de arte, fue destacada por la crítica.

A partir de 1995, logró que el Servicio Penitenciario calificara su conducta como "10" y pronto desde el penal de Ezeiza empezaron a pedir su indulto o una conmutación de pena, según el Ministerio de Justicia.

En 2003 le concedieron salidas transitorias —ocho horas diarias, tres veces por semana—, para visitar a una hija y a dos nietas. Pero un año y medio después Casación le revocó el beneficio por la gravedad de su condena.

Ya con casi 42 años y con la mitad de su vida presa. le escribió al presidente Néstor Kirchner. "Siento como si en medio del desierto me hubieran dado agua y luego me sacaran la cantimplora, dejándome sólo con el recuerdo del vaso".

Con informes favorables del Servicio Penitenciario y de psicólogos, más la opinión de dos jueces de Ejecución Penal, Sobrero logró que no se considerara la accesoria.

Pero había un problema más. Para acceder a la condicional, necesitaba tener al menos 25 años en prisión. Ella tenía 21, pero varios de ellos atravesados sin condena firme. Pidió que se los contaran doble, en base a la ley del 2x1, pero se topó con el artículo 24 del Código Penal, que establece que a los condenados a reclusión, se les compute al revés: un día por cada dos en la cárcel.

Pero el año pasado, la Corte Suprema declaró inconstitucional el artículo 24. En base a esto el 3 de enero le concedieron la libertad condicional.