Ruta de salida de Marruecos: refugiados utilizan Brasil por sobre Canarias para escapar

Refugiados. Foto: Reuters.

Centenares de saharauis están arribando a Cayena (Guayana francesa) con mayor intensidad. Según la Prefectura de España, desde el verano llegaron 324 de ellos al territorio. Muchos de ellos se escapan de su país ya que son discriminados y encarcelados.

Un joven saharaui, Taki El Machdouf declaró en diálogo con El confidencial: "Nunca quise exponerme al peligro de una travesía por mar hasta Canarias, pero quería vivir en un lugar donde no estuviese sometido al acoso y a las amenazas de las autoridades de Marruecos". Para llegar a Guayana, se trasladó de El Aaiún hasta Casablanca, donde la policía hizo "un registro provocador" en el aeropuerto marroquí.

Refugiados. Foto: Reuters. 

Finalmente, pudo subirse a un avión de Royal Air Maroc rumbo a San Pablo (Brasil), ya que el país latinoamericano no pide visa a los viajeros con pasaporte marroquí. "De ahí tomé un autobús hasta Oyapoque", una zona lindante con la frontera con la Guayana francesa. "Hay barqueros que por unos euros te cruzan el río en piragua. Cuando estuve en la otra orilla me subí a un taxi y fui a la comisaría de Saint Georges de Oyapoque, el primer pueblo francés. Ahí pedí asilo", detalla el saharaui. Además, cuenta que "tenía una pequeña cafetería en El Aaiún que vendí y a eso se añaden las ayudas de la familia" para financiar la travesía.

Refugiados. Foto: Reuters.

Maatala, otro saharaui que no da su apellido por temor a represalías, contó que fue a Qatar a trabajar por cinco meses por el Mundial, donde cobraba 1500 euros por mes. Cuando el contrato terminó, se fue Turquía. "De ahí quería pasar a Grecia o Bulgaria, pero escuché testimonios de maltrato e incluso violencia física por parte de sus policías contra los inmigrantes. Había descartado Canarias porque varios de mis amigos perdieron la vida en esos barcos de la muerte", explica. Y continúa: "Un conocido me habló entonces de Guayana y no tardé en comprar un billete de Estambul a San Pablo".

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¿Como viven los saharauis en Guayana Francesa?

No todo es color de rosas en las tierras latinoamericanas. En los hoteles concertados y centros de refugio organizados por la Prefectura se alojan hasta 700 personas, en su mayoría familias y mujeres solteras de Siria. Ahora, el gobierno está construyendo dos centros pero la capacidad llegará recién a 1200 personas. 

Otros refugiados reciben una asignación mensual de 250 euros. "Pagamos mil euros de alquiler por un piso que compartimos entre ocho. Vivimos hacinados. Los propietarios se aprovechan de nosotros", se lamenta Taki El Machdouf. Maatala está viviendo en la calle. "Dormimos en pleno centro, frente al ayuntamiento", precisa. 

Por otra parte, la alcaldesa de Cayena, Sandra Trochimara, exclamó en una radio local contra "la gestión incompetente de la Prefectura". "Estamos en una situación intolerable, inadmisible", afirma. Además, admite que "hay que dar una solución humanitaria inmediata" a quienes hayan ingresado, pero también que "hay que cerrar la frontera".

Con la documentación otorgada por la Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas, los saharauis esperan el veredicto sobre su solicitud de asilo. La Prefectura estima que el 76% de ellos lo adquieren. "Nuestro objetivo, si conseguimos el ansiado asilo, es ir a Francia; la de verdad, es ir a Europa", informa Khalil, otro saharaui que prefiere mantener reservada su identidad. "Allí estaremos tan protegidos como aquí, en Guayana, pero podremos empezar a rehacer nuestra vida" porque "en este pueblo tan pequeño es casi imposible", concluye.