Oficialmente, murió a los 27 años por asfixia, el 18 de septiembre de 1970, pero ciertas teorías ponen en duda la verdadera causa que llevó al final de su vida. Quiénes son los sospechosos del crimen. Por qué se habría suicidado.
La historia de Jimi Hendrix, el mejor guitarrista de todos los tiempos, comenzó en 1967 cuando cruzó el Atlántico a sus 24 años y en su segunda presentación en Londres dejó enloquecido a todo el público cuando subió a tocar junto a Eric Clapton mientras se presentaba junto a su grupo Cream en el Politécnico de la ciudad.
Esa noche la historia cambiaba para él y para el mundo de la música. Clapton era destronado y Jimi Hendrix comenzaba a transformarse en leyenda con su extravagante y magnética forma de tocar la guitarra. Su carrera crecería exponencialmente en tan solo cuatro años hasta su muerte el 18 de septiembre de 1970 a la edad de 27 años.
Si bien el informe oficial declaró la muerte de Jimi Hendrix como un desafortunado accidente provocado por la ingesta de alcohol y somníferos, el deceso ha sido objeto de especulaciones durante largos años y algunas teorías dan luz a un posible asesinato o hasta un final elegido por el propio artista.
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Monica Dannemann, pareja de Hendrix que pasó con él sus últimas horas, declaró que esa última noche comieron juntos y tomaron vino en su habitación del Hotel Samarkand en el barrio de Notting Hill. Después ella llevó al guitarrista a casa de un amigo y lo buscó a las 3 de la madrugada. Cuando volvieron al hotel, conversaron hasta las 7 de la mañana hasta quedarse dormidos.
Alrededor de las 11 de la mañana cuando Dannemann se despertó, salió a comprar cigarros. A su regreso, algo le llamó la atención, se acercó al guitarrista todavía en la cama y se percató que este se encontraba inconsciente y no respondía al llamado.
Danneman llamó a la ambulancia, pero cuando esta llegó no había mucho que hacer y el guitarrista no pudo ser reanimado. La ingesta de alcohol y las al menos nueve pastillas del antipsicótico Vesparax que tomó para poder dormir dieron como resultado la “inhalación de vómito debido a intoxicación por barbitúricos” informada por el forense.
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En 2009, James “Tappy” Wright publicó “Rock Roadie”, un libro donde relata su trabajo como roadie ("plomo") de The Animals y como asistente personal de Mike Jeffery. Esta publicación reavivó sospechas sobre la verdadera causa de la muerte del músico, ya que según contó el autor, Jeffery alcoholizado le habría confesado que fue él quien mando a matar a Jimi Hendrix.
"Tenía que hacerlo, ese hijo de puta iba a dejarme. Si le perdía, lo iba a perder todo", afirmó Wright sobre las palabras del representante del guitarrista.
Mucho se habló sobre cómo Jeffery exprimía el talento de Hendrix con giras interminables y cómo este último se encontraba exhausto, sorpresivamente sin dinero y desconfiando de su propio representante. Sharon Lawrence, su amiga y biógrafa, sostuvo que Hendrix le confesó: “Últimamente he estado pensando que estoy rodeado de lobos”.
Para ese período la relación entre músico y su mánager sufría fuertes tensiones. Jeffery sospechaba que Hendrix quería terminar su relación contractual y haría lo posible evitar el final. Mientras, el guitarrista se encontraba negociando con otro representante para continuar su carrera.
Finalmente, un día antes del triste final, quien sería el nuevo representante llamó a los abogados de Hendrix informando de que reemplazaría a Jeffery en sus funciones. Esto no solo significaba que Jeffery perdería su máquina de hacer dinero, sino que, al hacerse cargo de las cuentas, el nuevo mánager descubriría su malversación, lo que significaba el fin de su carrera y posiblemente la cárcel.
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De esta última teoría, se desprenden dos posibilidades. La primera, poco creíble, señala que Hendrix se encontraba sorprendentemente en aprietos económicos por mal manejo financiero, situación que lo llevó a pedir un “rescate” económico a la mafia. La devolución del dinero no se cumplió de la manera que había sido pactada, Jeffery le soltó la mano y los mafiosos hicieron su trabajo.
En la segunda posibilidad, se sospecha que Hendrix estaba exhausto del efecto de la fama y los conciertos donde debía actuar para un público que esperaba lo mismo de él. En su última noche vivo, aquella ingesta de pastillas 18 veces más de lo prescripto por el médico, habrían sido después de todo, la salida premeditada del artista hacia la paz final.
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