El mendocino, de 23 años, es el primer argentino en lograr el premio de máximo goleador de la temporada en Estados Unidos. Un pasado repleto de sacrificios y un presente brillante.
Valentín Castellanos, futbolista de New York City, MLS.
Por Teo Coquet
Son las 8:15 en Nueva York, Estados Unidos, y suena el despertador de Valentín Castellanos. A las 9:45 tiene que estar terminando de desayunar en las instalaciones de New York City, así a las 11 ya tiene todo listo para arrancar con el entrenamiento: "Me gusta estar temprano. Estar con el equipo un rato antes, cambiarme y tomar unos mates". A pesar de haber partido de Argentina en 2016, cuando tenía 18 años, la costumbre del mate por la mañana parece no haberla perdido.
¿Cómo se vive en Nueva York la fama de un futbolista?
La verdad que es una ciudad bastante tranquila con el fútbol. Es cierto que es uno de los lugares del mundo, eso es una realidad. Pero, si bien el fútbol está creciendo bastante, todavía se puede caminar por la calle tranquilo. Los hinchas, aunque te conozcan, no te molestan. La cultura de acá es así, al hincha le da vergüenza frenarte para pedirte una foto. Siento que tienen miedo a que les digas que no. Yo puedo salir tranquilamente a comer, lo disfruto. Hago cosas que probablemente en países como Argentina algunos futbolistas no estén acostumbrados.
Ya van a ser 3 años y medio desde tu llegada a la Major League Soccer… ¿Notaste algún cambio en cuanto a tu juego y el de la liga con el correr del tiempo?
Sí, uno va cambiando a medida que pasan las temporadas. Cuando llegué, yo era un desconocido, fue una apuesta también para el club. Creo que me fui haciendo mi nombre, con mucho esfuerzo y dedicatoria. Sentía que era una liga a donde yo me venía a mostrar, a ganar un puesto. Y no fue fácil, en ese momento estaba David Villa, él era el titular. Era muy difícil estar jugando y ganarle la pulseada. Muchos partidos los compartí con él desde el arranque. Logré adaptarme muy bien a todo lo que me rodea en el día de hoy. Una cultura nueva, situaciones diferentes, el vivir solo, a pesar de que ya lo había hecho en Chile y Uruguay, también son cambios a los que hay que adaptarse. En cuanto a lo futbolístico, uno va construyendo su nombre. Se te van abriendo chances. Entrás desde el banco, lográs buenos minutos, haces un gol, el próximo vas de titular y el público te empieza a mirar más en los partidos.
¿Por qué crees que se impuso esta escala del futbolista argentino en Estados Unidos previo al salto hacia un equipo europeo?
Es una liga que muchos usan como trampolín para sumar minutos. La gente no te molesta, no te presionan. Podes probarte en otro contexto, sin presión. Son muchos los sudamericanos que vienen porque no juegan en sus clubes o quizás sí, pero acá vienen a probar su juego y tratar de emigrar a Europa. Desde allá la miran bastante y vienen a buscar jugadores. Hay muchos jóvenes en crecimiento, muchos casos de americanos que hace años jugaban acá, hoy están allá y compiten con la Selección de Estados Unidos. Hace un tiempo, eso no pasaba. Hay una competitividad muy buena, es un certamen muy físico que está en crecimiento constante. A mi me gustaría que se empiece a mirar más en Sudamérica. Tiene que mejorar mucho en un montón de aspectos, pero yo la vivo desde adentro y veo los cambios que se están realizando en ataque, en defensa y pienso que unos 6 años puede ser de las más top.
Valentín Castellanos, futbolista de New York City, MLS.
Esta temporada de la MLS comenzó con 43 futbolistas argentinos. Solo Canadá tiene un mayor número de representantes (48). Pero hay un dato que es más llamativo, la edad media Argentina se aproxima a los 26 años. La liga estadounidense pasó a ser un lugar para ganar pasos que le faltan completar a algunos jóvenes.
¿Se analiza mucho al rival?
Con el equipo, durante la semana. Dos o tres días antes del partido vemos algunos videos de ellos, las pelotas paradas, movimientos, para ver más o menos como juegan. Pero personalmente no soy de analizar jugadores rivales. Sí me gusta ver fútbol, analizarlo desde mi punto de vista, pero más tranquilo. Quizás me fijo en algún defensor que lleve muchas amarillas. Pero dentro del partido siempre pueden pasar cosas distintas.
Y ¿Tus números, videos o charlas técnicas?
Me gusta verme. A veces hasta pongo videos míos en YouTube. Pero sí, el propio cuerpo técnico suele enviarte compactos donde te marcan tus fortalezas y debilidades para seguir mejorando. Hacemos comparaciones de números con años anteriores al actual, me gusta ver ese tipo de estadísticas.
El primer argentino en la historia en ganar la Bota de Oro de la fase regular de la MLS.
La temporada actual de Taty está dando de que hablar. Con 19 goles, se anotó como el primer argentino en la historia en ganar la Bota de Oro de la fase regular de la MLS. Ya lleva 20 en total, contando el que convirtió el los Playoffs. Es el máximo artillero en una liga donde deambulan delanteros como Gonzalo Higuaín, Chicharito Hernández y Josef Martínez.
Hablemos de tu paso fugaz por el fútbol argentino: rechazos de River, Lanús… Pero antes, ¿Es cierto que te "descubrió" Leopoldo Luque?
Sí. Es una historia linda. Yo arranqué cuando era chico. En Argentina los niños empiezan a jugar cuando tienen 2, 3 años. A los 5 me fui a la escuelita de Leopoldo Luque, que estaba cerca de casa. Mi mamá le dijo a Luque en ese momento que quería que mi hermano y yo arranquemos a jugar. Pero había un problema, solo tomaban chicos de 8 años para arriba. Al principio nos dijeron que no, pero mi mamá insistió y me quedé a un entrenamiento. Te imaginas… Hasta hice goles de mitad de cancha ese día. Luque se quedó sorprendido y le dijo a mi mamá que me quede, que iba a jugar con los más grandes. Hasta los 11 estuve ahí, donde también jugaba futsal. Después tuve la intención de probar más el fútbol de once, tirarme más al lado profesional. Me probé en Independiente Rivadavia de Mendoza, donde jugué 2 años, y ya de ahí me fui para Leonardo Murialdo, que es un club de barrio, para empezar a jugar en primera con 15 años. En ese momento ya estaba trabajando con un representante que me llevó a unas pruebas de River, donde Luque era el veedor. El la primera prueba, quedé. En la segunda, me hicieron volver en 2 meses y cambiaron toda la dirigencia. Ahí me dijeron que no. Aproveché esa semana, ya que estaba en Buenos Aires, y me fui a probar a Lanús. "Sos muy flaquito", me respondieron ahí. No me lo tomé mal, lo viví como un rechazo que me dio más ganas de trabajar. Le pedí a mi mamá que me meta en un gimnasio. Ella sacó plata, no sé de donde porque siempre fuimos una familia muy humilde, y cumplió mi pedido. Desde ese día comencé a trabajar en mi físico.
¿Te quedó esa espina del fútbol argentino? ¿Hay que saldar la deuda?
Yo siempre digo que por algo pasan las cosas. A lo mejor, si hubiese terminado en River o Lanús, hoy no estaría acá viviendo este momento. Ese día me sentí frustrado, pero el apoyó de la familia, mi representante y mis amigos, me ayudó. Yo me quería seguir demostrando que soñaba con jugar al fútbol. Lo loco es que pasaron 8 meses y llegó lo de la U de Chile. Pasó todo muy rápido. Hoy estoy contento con el trayecto que hice.
¿Mirás los movimientos de algún delantero en especial?
No sigo a nadie que podamos llamar como mi ídolo. Pero sí, obviamente me gustan muchos delanteros de la actualidad. Haaland, Lautaro Martínez son dos delanteros que miro bastante. Me gusta el jugador moderno, los que juegan mucho sin pelota y que tienen llegada al gol. Hoy en día cambió todo. No existe más ese nueve de área. Es todo más posicional, atacar espacios. Yo siento que hago un gran trabajo en eso, le abro mucho los espacios a los volantes.
Valentín Castellanos, con la seleccion argentina Sub-20.
Lo mencionaste a Lautaro y me la dejaste picando… ¿Está vivo el sueño de la Selección?
Sí, tengo muchas ganas. Siempre se lo menciono a mi representante, a mis amigos también. Yo me quiero ir ahora, en este mercado de pases de enero. Mi idea es tener un año en Europa, adaptarme y poder llegar al Mundial con una oportunidad mía, es mi sueño. Sé que tengo que seguir trabajando, me lo quiero ganar. Es una Selección que está entre las mejores del mundo, tenemos los mejores jugadores. Es complicado, pero el sueño no me lo quita nadie. Hay grandes delanteros, pero pocos son nueves. Yo estuve en la Sub 23, tengo un proceso de Selección y sé más o menos lo que es ponerse esa camiseta. Trabajo para lograr eso.