Cámara Gesell: el relato la adolescente de 14 años convertida en adicta y violada por un ladrón en Liniers

El skatepark de Núñez. Foto: Google Maps.

En mayo de 2024, Leonardo Damián C., un ladrón reincidente, adicto a la cocaína y tramadol, fue condenado a ocho años de cárcel en el Tribunal N°24 por violar a una menor de edad a la que conoció en un skatepark del barrio porteño de Núñez (Buenos Aires).

Leonardo había conocido a la víctima de 14 años a fines de 2022. Con el tiempo, ambos comenzaron un vínculo abusivo. El hombre, que tiempo antes había salido de una cárcel federal, llegó a la joven a través de otra menor de edad, su amiga, otra adicta.

La abuela de la menor lo contactó para revelarle su verdadera edad. Por su parte, Leonardo aseguró que su víctima trataba a su abuela de mentirosa y que hasta le mostró su DNI digital donde, supuestamente, podía leerse que era mayor de edad.

La menor se fugó de su casa a comienzos de enero de 2023. A fines de ese mes, fue vista junto a Leonardo en un local de ropa deportiva en Mataderos, donde intentaron roba un celular. A causa de ello, terminaron detenidos por la Policía de la Ciudad.

El local de Mataderos que intentaron robar Leonardo Damián C. y la menor de edad. Foto: Google Maps.

Dos meses después, entraron a un supermercado de la calle Álvarez Jonte para intentar llevarse una lijadora orbital. Leonardo había convertido a la chica en su cómplice inimputable para sostener su fuerte hábito de opioides: era capaz de consumir, según él mismo, 40 pastillas por día.

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La declaración de la menor ante la Cámara Gesell

En repetidas ocasiones, la menor afirmó que aceptaba la relación, que su vínculo era consentido. Las psicólogas que la analizaron en el hospital Elizalde, después de su paso por el Instituto de Menores Inchausti, dijeron lo contrario, que esa relación sexual jamás podría ser consentida.

Esa declaración en cámara Gesell, en donde llamaba a Leonardo "mi novio", fue clave para definir esa figura penal.

"Ahora estoy en el hospital. Nada, yo me había escapado de mi casa y estaba viviendo con una pareja, hasta que caí al Inchausti. Después ya no tuve más relación con esa persona. Ahora quiero volver con mi abuela", comenzó diciendo la menor de edad.

Y continuó sobre los motivos de su fuga: "No me gustaba el trato en mi casa porque en mi casa a los golpes se aprende, así piensa mi papá. Una vez él me pegó muy fuerte. Tenía, no sé, como diez, nueve años y me dejó el ojo morado. Me tuve que ir a vivir un año con mi mamá".

Respecto al condenado, la adolescente recordó su nombre de pila y también su edad: 36 años. Sin embargo, la menor no conocía su apellido. "Yo le dije que tenía 18", reconoció ante la Justicia.

"Yo estaba con él porque quería, sentía cosas por él. Yo no quería tener intimidades con él, se lo expresé y lo tomó perfectamente bien. Me entendió. Estuvimos tres veces porque lo permití, porque lo quise", señaló respecto a las relaciones sexuales.

Por último, dijo: "Me empecé a dar cuenta de todas las cosas. Pero en ese tiempo, sinceramente estaba feliz. De alguna manera, él me hacía feliz". Y concluyó en su declaración ante la Cámara Gesell: "Me hacía bien".