Irán pierde fuerza en Oriente Medio

Por Canal26

Domingo 26 de Enero de 2025 - 03:47

Jaime León

Teherán, 26 ene (EFE).- “Hoy, puedes subirte a un coche en Teherán y bajarte en Dahiye, Beirut”, afirmó el asesinado general iraní Qasem Soleimaní. Cinco años más tarde, esa realidad ha dejado de ser cierto debido a la pérdida de fuerza de Teherán y sus aliados en los últimos meses en Oriente Medio.

Ahora un general iraní no podría realizar ese viaje en coche debido principalmente a la caída de Bachar Asad en Siria, pero además en el barrio libanés de Dahiye la milicia Hizbulá, su principal aliado en la región, se encuentra diezmada por los ataques israelíes.

A ello se suma que en términos políticos, Teherán se enfrenta a una posible pérdida de influencia en Irak, donde operan milicias proiraníes, e incluso en Beirut con el nombramiento de nuevos mandatarios más cercanos a Estados Unidos y Arabia Saudí.

Durante décadas, la República Islámica tejió una red de aliados conocida como ‘Eje de la resistencia’ con el apoyo a países y milicias en la región, que se convirtió en uno de los pilares de su política exterior para hacer frente a Estados Unidos e Israel.

Pero el ‘Eje de la Resistencia’ formado por los palestinos de Hamás, los libaneses de Hizbulá, los hutíes de Yemen, una miríada de milicias en Irak y hasta recientemente Siria, se encuentra muy diezmado, lo que reduce la influencia iraní en la región.

“Nuestra relación con el exterior se enfrenta a desafíos, que ya existían, pero ha entrado en un nuevo capítulo, y es que nosotros hemos perdido varias cartas que se consideraban como parte del poder de Irán”, dijo recientemente Hossein Maraashi, político reformista y quien fuese vicepresidente de Irán y parlamentario.

“Ahora no tenemos al Líbano, a Siria, a Irak seguramente ya no lo tenemos, y los hutíes se encuentran bajo gran presión y no creo que podamos contar más con ellos”, aseguró el político, desviándose de la postura oficial del país que defiende que el ‘Eje de la Resistencia’ no se ha debilitado.

La caída de Asad en Siria ha cortado la vía terrestre directa entre Irán e Hizbulá, partido-milicia chií que se encuentra muy diezmado por la cruenta campaña aérea que Israel lanzó contra el Líbano el año pasado y que ha sido descabezado con el asesinato de su líder Hasán Nasralá y otras figuras importantes.

Hamás ha sido arrasado desde el comienzo de la guerra en octubre de 2023 y sus líderes también han sido asesinados, como fue el caso de Ismail Haniyeh y Yahya Sinwar.

En estas circunstancias, Teherán se enfrenta ahora a la posibilidad de perder influencia política en Líbano tras la elección a mediados de enero como presidente de Joseph Aoun, exjefe de las Fuerzas Armadas a quien se considera cercano a Arabia Saudí y Estados Unidos.

En su primer discurso, Aoun afirmó que solo las fuerzas estatales libanesas deben tener el derecho a portar armas, en un aparente aviso a Hizbulá, cuyo candidato a la presidencia no obtuvo los apoyos necesarios.

Menos de 10 días después del nombramiento de Aoun, el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, Faisal bin Farhan, visitó el país y prometió su apoyo al nuevo Gobierno, en el primer viaje de un jefe de la diplomacia saudí a Beirut en casi 15 años.

En el vecino Irak, el Gobierno quiere que las milicias proiraníes que operan en el país se desarmen o se integren en las fuerzas de seguridad estatales.

El ministro de Exteriores iraquí, Fuad Husein, afirmó recientemente que no es aceptable la presencia de grupos armados que operan fuera del Estado y aseguró que “hace dos o tres años” era imposible hablar de desarmar a las milicias apoyadas por Teherán.

Versión oficial

Los líderes iraníes, sin embargo, defienden que ni Irán ni el ‘Eje de la Resistencia’ se han debilitado y apuntan a la tregua en Gaza entre Hamás e Israel como prueba de ello.

“Ya dijimos que la Resistencia estaba viva y seguiría viva. Gaza venció”, afirmó el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, en su cuenta de X hace unos días.

Para Jameneí el hecho de que Tel Aviv negociase y acordase una tregua con Hamás supone una derrota para el Estado judío, a pesar de la destrucción que ha sufrido Gaza y la milicia islámica.

Una postura similar han mantenido el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, o comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hosein Salamí, que han insistido en que Israel ha sufrido una “derrota” con la tregua.

Esta pérdida de influencia en la región coincide con el regreso a la presidencia de Estados Unidos de Donald Trump, quien en su primer mandato aplicó la llamada “política de máxima presión” contra Teherán, abandonó el pacto nuclear y reimpuso unas sanciones que hundieron la economía de país persa.

Trump también ordenó el asesinato del general Qasem Soleimaní en Irak, quien estaba al frente de la Fuerza Quds, el brazo exterior de la Guardia de la Revolución, y quien fue el arquitecto del ‘Eje de la Resistencia’. EFE

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