Nadal sembró dudas sobre su futuro: “Voy a hacer lo posible para volver el año que viene”

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Rafael Nadal está atravesando uno de los días más importantes de su carrera deportiva. Es que, con 35 años y tras más de medio año sin competir, volvió a la actividad para la gira de Oceanía y consiguió su título de Grand Slam número 21 al superar a Daniil Medvedev en una de las mejores remontadas en la historia del tenis.

Todo era alegría para el español y el público australiano, que se mostró muy a favor del mallorquín durante todo el encuentro, pero sobre el final de su discurso en la premiación dijo que podría ser su última participación en el torneo, aunque subrayó que “voy a hacer todo lo posible para volver el año que viene”.

El español sufrió una gran cantidad de lesiones que lo tuvieron durante varios tramos de su carrera alejado del deporte. Sus problemas a la temprana edad de 18 años, cuando comenzó con unos dolores insoportables en el hueso escafoides del pie izquierdo. En aquella ocasión le diagnosticaron Müller-Weiss, que es una enfermedad degenerativa en dicho hueso. Desde aquella ocasión debe usar unas plantillas especiales y hace pocas semanas confesó que “tengo un problema que no tiene solución”.

Con el pasar de los años se fue agravando cada vez más, hasta que el año pasado se le hizo inaguantable y debió someterse a un tratamiento luego de su participación en Roland Garros, que fue su último torneo del 2021.

En el 2009 comenzó su odisea de las tendinitis en las rodillas. Debió bajarse del torneo de Queen´s y Wimbledon, perdiendo además el número 1 del ránking tras la consagración de Federer en la Catedral del Tenis.

Sin mayores sobresaltos durante el 2010 y el 2011, Nadal tuvo un gran comienzo en la temporada 2012, en la que alcanzó la final del Abierto de Australia y obtuvo su 7° Roland Garros. Pero en su encuentro de segunda ronda de Wimbledon cae sorpresivamente contra el checo Lukas Rosol, en el que significó su último partido del año. Luego se conoció que sería baja por el resto de la temporada porque había sufrido la rotura del tendón rotuliano de la rodilla izquierda y una hoffitis. Su retorno se dio recién en el 2013, que fue una de las mejores temporadas de su carrera.

En el 2014 se pierde la gira norteamericana y estuvo tres meses sin competir por una lesión en su muñeca derecha. Los problemas en las muñecas no terminan ahí, ya que en el 2016 pasa por uno de los momentos más dolorosos de su carrera al tener que retirarse de Roland Garros y tampoco pudo participar de la gira sobre césped.

El 2018 tampoco fue la excepción: una retirada en el Abierto de Australia y otra en el US Open comenzaron a mostrar sus problemas para poder jugar en canchas duras. Su última ausencia prolongada fue la mencionada anteriormente por su problema en el pie izquierdo.

Por lo pronto, el español mostró un nivel superlativo en el comienzo de la temporada, en la que ganó los dos torneos que jugó. Solo habrá que esperar qué dice su físico a lo largo del año y cruzar los dedos para seguir disfrutando de uno de los mejores deportistas de la historia.