Cientos de imprevistos, 5000 incidentes médicos, dos muertes y dos nacimientos. Por qué faltaron The Rolling Stones, Bob Dylan, The Doors y The Beatles y el show histórico de Hendrix que muchos se perdieron. Dónde fue realizado realmente y por qué duró más de lo previsto.
Símbolo de los jóvenes que lucharon por la paz y se enfrentaron a la guerra de Vietnam, el multitudinario y accidentado Festival de Woodstock cumple 55 años este 15 de agosto. Recibió a medio millón de personas, dejó devastadas 240 hectáreas y una pérdida de millones de dólares, pero marcó un antes y un después como emblema de la generación Flower Power y será para siempre uno de los espectáculos musicales más memorables de la historia.
El espectáculo contracultural representado por el movimiento hippie de Estados Unidos comenzó el viernes 15 de agosto de 1969 y debía terminar dos días después, pero la abundante lluvia sobre el escenario y el peligro de electrocución fueron parte de los incontables imprevistos que atrasaron el cierre hasta la mañana del lunes con una legendaria e infame actuación en uno de los momentos más altos de la historia del rock.
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La organización se desbordó cuando el medio millón de asistentes sobrepasó ampliamente a los 60.000 que habían calculado inicialmente. Finalmente se vendieron casi 200.000 entradas al precio de 18 dólares -120 dólares de hoy-, pero gran parte del público ingresó gratis porque no hubo tiempo de vallar el inmenso predio. La convocatoria fue en una granja de 240 hectáreas en Bethel, a unos 100 kilómetros de Woodstock, donde se realizaría originalmente, pero se mudó por reclamos de los vecinos.
Miles de personas, entre ellos varios de los propios artistas, fueron demorados por el embotellamiento de la ruta para llegar al predio, que se extendía por 32 kilómetros -la distancia entre Obelisco y el aeropuerto de Ezeiza-. Las filas para entrar al baño duraban horas y la escasez de comida y agua derivó en asaltos a los puestos de comida y llevó a la organización a contratar helicópteros para hacer llegar suministros hasta el lugar.
Aunque el festival de Woodstock costó alrededor 3 millones de dólares y dejó una pérdida de 1,4 millones, el shock monetario se recuperó con los 50 millones de dólares que recaudó el documental Woodstock: 3 días de paz y música (1970), un extenso registro de tres horas de duración que fue premiado con el Óscar al mejor documental.
Los Rolling Stones fueron invitados a presentarse en el festival, pero por esos días Mick Jagger estaba rodando la película Ned Kelly (1970), en la que tenía el papel principal como el célebre bandolero. El rodaje de lo que fue un fracaso cinematográfico tenía lugar en Australia, lo que significó la ausencia de “Sus Satánicas Majestades”.
Durante años circularon varios rumores de por qué The Doors no estuvo presente en el festival, pero en 1996 Ray Manzarek cortó con los supuestos y explicó: “Nunca tocamos en Woodstock porque fuimos estúpidos y lo rechazamos. Pensamos que sería una repetición de segunda clase del Monterey Pop Festival”. Asímismo el guitarrista Robbie Krieger contó: “Pensamos que en un lugar a 300 kilómetros de Nueva York no iría nadie a tocar. Nos equivocamos”.
Bob Dylan, que significaba un gran símbolo de lo que el festival profesaba, fue uno de los grandes ausentes. Incluso viviendo a pocos kilómetros de donde se celebraba el evento, su negativa nunca fue negociable y ni siquiera estuvo presente. Particularmente, pocos días después viajaba para dar su concierto en el festival británico de la isla de Wight el 31 de agosto de 1969.
Mientras que The Beatles se abstuvo porque en la negociación John Lennon habría puesto la condición de que no tocarían a menos que también tocasen los Plastic Ono Band, Led Zepellin declinó la oferta porque no quería ser una banda más en la lista.
El evento masivo no registró hechos de violencia, pero sí hubo 5162 incidencias médicas, y 797 de ellas tuvieron que ver con intoxicación severa por consumo de drogas, uno de los símbolos de la juventud hippie de los 70. Además, ocho mujeres sufrieron abortos involuntarios y se reportaron dos nacimientos durante el evento.
Lamentablemente, el primer día del festival Raymond Misza (17) perdió la vida cuando un tractor que tiraba de un carro lo atropelló mientras descansaba en su bolsa de dormir bajo un manto de heno. Al día siguiente, Richard Bieler (18) fue encontrado muerto por una supuesta sobredosis de heroína, aunque un médico voluntario que lo trató en el festival dijo que su muerte se debió a miocarditis.
Cuando llegó el turno de Jimi Hendrix gran parte del público ya se había ido de la granja de Max Yasgur. Por la demora en todo el festival, el show tuvo que esperar varias horas, hasta el lunes a las 9 de la mañana. Pero sin lugar a dudas los presentes fueron privilegiados con la actuación más importante de la Feria de Música y Artes de Woodstock y quizás, con uno de los hitos más relevantes de la historia de la música.
El guitarrista más grande de todos los tiempos, que fue el mejor pagado cobrando 18.000 dólares -125.000 dólares actuales-, sublimó el final de una década con más de dos horas sobre el escenario y distorsionó el himno estadounidense con “The Star-Spangled Banner”. Poco más de un año después, su espíritu musical se desvanecía para siempre y se iba de la misma manera que el amor libre y la paz lo hacían en el horizonte.
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