Ana Acosta y su pasión desde chica: "Soy teleadicta"

Una nota imperdible con la humorista que se dio el lujo de trabajar con Jorge Guinzburg, y Gerardo Sofovich, entre otros.

Por Canal26

Jueves 19 de Mayo de 2011 - 00:00


Hay un mito en torno a los grandes humorístas: se dice que en el escenario son desopilantes y que en su vida personal raramente, se los ve sonreír... “Con voz de Mujer” quiso comprobar eso es cierto en la vida de Ana Acosta.

Silvina Gualtieri entrevistó a la humorista en el barrio porteño de Once donde tiene su local de zapatos y ropa. “Empezamos con la idea de zapatos, que era el primer amor de mi marido, y se nos ocurrió agregarle ropa y funcionó muy bien”, dijo Ana sobre su proyecto laboral no artístico.

Acosta está casada con Fabián, un empresario de los calzados. “Yo lo conocí en un baile cheto, en un salón de Geba. A él lo lleva su primo. Durante un año y medio fuimos amigos, después surgió el amor. Mi único hombre es Fabián, en todo sentido”, destaca la simpática actriz.

Con su pareja, después de tantos años juntos, decidieron ir a terapia: “Empezamos terapia hace poquito, fuimos juntos por eso de cambio de roles. La responsabilidad absoluta era la mía, de Ana Acosta... ahora se volvió para el otro lado. Hoy, yo si no quiero trabajar, no trabajo”.

“Está bueno porque es el lugar propicio para decir las cosas sin molestar al otro. Así, el va a estar más apoyado para no brotarse o enojarse... y yo también”, agregó.

En su vida cotidiana, Ana dice que no se persigue con las noticias trágicas que ocurre en el país pero cree que “no hay sensación de inseguridad, hay mucha inseguridad”.

En televisión asegura ver “de todo”: “Siempre fui una teleadicta, desde chiquita. Me sirvió a mí para mi carrera, sin saberlo, al ver a los grandes actores”. En cuanto a nuestro pueblo, destaca que “la Argentina tiene un potencial de gente maravilloso. Somos solidarios, familieros, amigueros”.

Ana Acosta se muestra seria, dejando a su personaje de lado. Asegura que está “contenta” con su vida: “Llegar casi a los 50 y poder vivir de mi profesión y tener un nombre me da muchísima felicidad”.