Vino Pulp y saldó la deuda

Jarvis Cocker esta vez no llegó sólo sino con los músicos y la banda con la que desde 1978 viene escribiendo la historia del rock británico con ironía, desenfado, letras tortuosas y glamour. Así un "21N" 'Vino Pulp' y ante un Luna Park repleto y ansioso los ingleses pagaron con creces a tanta expectativa generada.

Por Canal26

Jueves 22 de Noviembre de 2012 - 00:00

Dicen que las deudas están para pagarse. Que deben ser honradas. Y un montón de cosas más que no vienen al caso. El caso es que la expectativa por la visita, demorada por cierto, había generado no sólo la clásica ansiedad sino que desde los carteles, la publicidad y porque no los twitts, la cita era “Viene Pulp” y una noche Pulp vino y los que allí estuvieron darán fe de haber estado ahí para vivirlo y para cantarlo y también contarlo.

Entonces fue nomas el “21N” - ahora que toda fecha importante se abrevia en número de día e inicial de mes - y poco después de las 21 horass de un miércoles agobiante, rayos láser verdes con leyendas del tipo “Están preparados”, “Vamos a pasarla bien” “Esperamos mucho tiempo para esto”, "No queremos problemas" fueron sucediéndose mientras la ansiedad ganaba al mítico Palacio de los Deportes porteño que aguardaba expectante por el frontman Jarvis Cocker, que ya había visitado la Argentina hace unos años, ofreciendo una serie de recordados recitales en La Trastienda sin tocar un solo tema de Pulp.

Y que aguardaban claro por Nick Banks en batería, Candida Doyle en teclados, Steve MacKey en bajo, Russell Senior y Mark Webber en guitarras que esta noche del Luna Park sí estaban ahí para ser testigos de una noche histórica.

Los PULP que irrumpieron ni bien el telón transparente cayó con los acordes de “Do you Remember” y fueron encendiéndose junto a las almas congregadas y las letras que forman P U L P cual discoteca al mango que comanda el elegante Cocker, mezcla de yuppie, pinta de oficinista poco atildado y suerte de Jhon Lennon, crooner, irónico y provocador. “Were are Pulp” presenta y se presenta desatando la primera ovación. Que obviamente no será la última. Porque de ahí en más se sucederán las canciones que colocaron a Pulp en el parnaso de la bandas de rock británico que si bien explotaron en los 90' , la vienen remando desde 1978.

Banda que a diferencia de la soberbia, mala onda, cierto desdén y sobrevalorada calidad que destilaban los hoy ya separados Oasis o sus competidores más elegantes y bailables como Blur, se ha caracterizado por la ironía, el desparpajo, las letras desfachatadas y las alusiones del serpeteante y cautivante Jarvis que no para de bailar, seducir, sacudir las caderas, arengar y hasta intentar congraciarse con la multitud apelando de principio a final a frase hechas del tenor “La noche está en pañales”, “la verdad de la milanesa”, “Chiche Bombom”, o tirar chocolates al campo. Y hasta sorprenderse cuando le tiran y levanta “una vauquita de dulce de leche”.

Y así se van sucediendo historias en formato canción como la que relata “Pink Globe” que alude a un embarazo no deseado tras una relación ocasional y fortuita, o las alusiones al pasado que claro, hoy muchos dicen haber vivido y que Jarvis descree como cuando pregunta “Cuantos estuvieron en el show que di hace unos años” (por marzo de 2008) y el líder refuta y niega viendo tantas manos levantadas aludiendo que “había poca gente”. Y claro como bien dijo la noche está en pañales... “vamos a sacarle el jugo y a tirar la casa por la ventana”.

Y así fue porque con “Razzmattazz” y luego con “Algo Cambia” (Something Change) donde se calza la acústica Pulp va preparando el terreno, caliente como la noche, para que irrumpan los acordes de la genial y bailada y coreada “Disco 2000” para la cual, cautivante y sexy se va quitando el saco y la corbata porque “tengo que estar más cómodo” y luego acometer ante la presencia de una violinista con la psicodélica, hipnótica y embriagante “Acrylic Afternoon” o "F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E". O la no menos subyugante “like a friend” fuera del track list , aquella que fuera parte de la banda de sonido del film “Grandes Esperanzas”.

Y lo que se esperaba fue cumpliéndose a lo grande, con versiones bien al mango de canciones de “His `n` Hers” (1994), “Different Class” (1995) y “This is Hardcore” (1998), cuyo tema homónimo también fue celebrado por constituirse este también un puntal en la carrera de los británicos.

Y antes de los bises, largos por cierto pero no por eso celebrados y agradecidos, culminar la faena del set list, saldar la vieja deuda con "Common People" extasiando a los que no dudaron un instante en oblar sus ahorros o gastar el dinero y porque no invertirlo, en poco más de dos horas y media junto a Jarvis Cocker y compañía.

La mejor para un “21 N” fundacional e inolvidable, fecha señera en la que por fin “Vino Pulp” como cuando hace unas semanas por fin vino Suede, ingleses ellos también y cautivaron a un colmado Teatro Vorterix.

Fecha en la que de verdad pasaron cosas importantes en un país empecinado en hacernos creer que algo tenemos que ver o ganar con esas otras fechas abreviadas e irreales que a fuerza de repetición aburren, hartan y agobian tanto como el calor que precedió y coronó la histórica visita de Pulp en Argentina.

Por Sergio Corpacci