Juan Vitali: “Estamos en una zona de pesadilla"

El actor, que fue baleado en un intento de asalto y recibió el alta médica en las últimas horas, se mostró preocupado por la sensación de inseguridad constante. “Las personas que están a cargo no están cumpliendo las tareas y, como cualquier empleado, tendrían que ser relevados de su cargo”, opinó en una entrevista que le concedió a Canal 26. Escuche el audio.

Por Canal26

Jueves 17 de Mayo de 2007 - 00:00

El actor Juan Vitali, quien fue baleado en un intento de asalto en su casa de Don Torcuato hace algunos días, afirmó que “está bien” de salud y explicó que tendrá que hacer reposo por “al menos quince días”.

“Yerba mala nunca muere, decía mi abuela. De hecho, me mandé a hacer una remera que decía no abra la puerta”, bromeó en una nota que le concedió al programa Día por Día, que se emite por Canal 26.

Sobre aquella mañana del 13 de mayo indicó que “en ese momento traté de defenderme. Mi intención no fue enfrentarme con el ladrón porque él se estaba yendo”.


“Escuché que alguien hacía quince o veinte pasos. Pensé que estaban jodiendo a un vecino. Creo que tendría que haber llamado a la policía o al 911”, consideró Vitali.

El actor se mostró preocupado por la inseguridad constante que se vive en el país y no dudó en calificarla como “una zona de pesadilla”.

“Si sabemos que abrir la puerta significa un riesgo, es que estamos fallando en algo como sociedad. Las personas que están a cargo no están cumpliendo las tareas y, como cualquier empleado, tendrían que ser relevados de su cargo”, opinó.

Más allá del mal momento que vivió, Vitali dijo que está bien de salud y aprovechó para agradecer a “los amigos que no veía hacer mucho que vinieron a visitarme cuando estaba internado”.

El domingo 13 de mayo, el actor fue herido de un balazo en una pierna en un intento de asalto en su vivienda de Don Torcuato, en el partido de Tigre.

En las últimas horas, recibió el alta médica tras haber estado internado varios días en un sanatorio del barrio porteño de San Cristobal, donde también estaba alojado su padre.

En el intento de robo, su esposa, Dora Cáceres, también sufrió heridas menores ya que recibió un culatazo del arma que tenía uno de los ladrones, que no pudieron llevarse ninguna pertenencia de la casa.