La raza criada para cazar esclavos

La versatilidad del Fila Brasileiro es enorme. Su fama de guardian natural actuando por instinto le da popularidad. En portugués antiguo, Fila quería decir detener o agarrar, y esta era la principal tarea del Fila Brasileño, detener (filar) a los esclavos que trataban de huir.

Por Canal26

Viernes 11 de Noviembre de 2005 - 00:00

 

Al descubrir América, Colón abrió la puerta a la más grande migración de nuestra historia. Y al principio del siglo XVI llegaron los primeros portugueses a Brasil. Las inmensas distancias permitieron grandes fincas y pastos sin fin. Es lógico, aunque no hay nada escrito, que los primeros perros serían pastores.


Teniendo en cuenta que América no tenía perros domesticados, el hombre tuvo que “importar” los perros o, como en el caso del Fila, ha tenido que “forjar” un perro a sus necesidades.


En la segunda mitad del siglo XVI Brasil se dedicaba a la industria del azúcar, dependiendo de las materias primas de Uruguay y Argentina, de donde venían manadas de ganadería y grandes perros fuertes acompañaban a los vaqueros. Cuando el mercado del azúcar decae, Brasil debe autoabastecerse y los ganaderos invaden el norte de Sao Paulo. Los vacunos eran una presa dócil y fácil que atrae al jaguar, felino potente y ágil. Un perro pastor normal ya no conviene, se necesita un perro de presa.


El perro de presa español será un elemento primordial en esta lucha del hombre contra el jaguar.
Una de las razas más mencionadas en el Presa Canario. Hay una similitud entre ambas razas pero una vinculación directa es un error. Una teoría es que ambos descienden de las mismas razas: el Mastiff inglés, temible luchador, descendiente de los Molosos romanos; y de los Bulldogs, también perros de lucha.


El estándar de la raza fila muestra que una de sus peculiaridades es la piel. El perro que tenía que enfrentarse con el jaguar tendría un “traje” especial. Un felino busca la nuca, golpe mortal si pueden morder las cervicales. Pero al tener tanta sobra de piel el perro podía escapar malherido pero con vida. Otra característica es la forma del hocico, que no es tan corto como es costumbre con los molosos.


En el siglo XVII, la expansión de la economía agraria como de las minas necesitaba mano de obra más numerosa. Así, los africanos fueron importados para hacer los trabajos duros. El perro, noble por naturaleza, sería mal utilizado dentro de este esquema pensado por el hombre. El Blood–Hound, con su olfato y su tenacidad en seguir la pista de un esclavo escapado, sería la solución a un problema inhumano.

Estas influencias hicieron sobre los siglos el Fila Brasileiro, y tanto en su morfología como en su carácter se notan los diferentes “aportes”. Con el principio de la historia moderna se ha formado un perro fuerte, noble, equilibrado y fiel a sus amos, con demostraciones increíbles de afecto y cariño.