Un estudio reveló el estado de salud de las mujeres en Sudamérica

Un estudio reveló el estado de salud de las mujeres en Sudamérica. Foto: Google

Una empresa de tecnología médica estadounidense,  Hologic en asociación con Gallup World Poll (encargada de realizar encuestas sobre el terreno), cuyo enfoque está puesto en la salud de la mujer, publicó el Global Women's Health Index (GWHI) 2020.

Este es el primer indicador global del estado de la salud de las mujeres. Con 69 puntos en una escala de 1 a 100, las mujeres taiwanesas tienen el mejor estado de salud del mundo. Determinan el puntaje a partir de cinco ejes principales: cuidado preventivo; necesidades básicas; opiniones sobre seguridad y salud; salud individual; y salud emocional.

Por su parte, Uruguay (39°) es el mejor país de América Latina en lo que al estado de salud de las mujeres se refiere. En el estudio obtuvo 58 puntos, lo mismo que que España, Croacia e Italia. Le siguen de Latinoamérica Chile y Paraguay (59° y 62°). Por su estado de salud, las chilenas y las paraguayas obtuvieron el mismo puntaje: 52. 

En tercer lugar de Sudamérica se encuentra Argentina  (65°), obtuvo 51 puntos, uno menos que Chile y Paraguay. Su mejor posición es la relacionada al cuidado preventivo y la peor es la de salud emocional (89°); Con respecto a la dimensión de necesidades básicas se encuentra en el puesto 57° en la dimensión de necesidades básicas, ocupa el cuesto 64° en salud individual y el 88° en opiniones sobre el sistema de salud y la seguridad.

En relación a la salud, los dos países más poblados de Sudamérica, Colombia y Brasil (95° y 97°), obtuvieron 44 puntos. Bolivia obtuvo 42 puntos, el mismo valor que Túnez y Mali. Los últimos 3 países de Sudamérica son Ecuador (109°), Venezuela (113°) y Perú (114°).

El estudio contempló diferentes puntos para poder concretar el estudio. En primer lugar contempló el cuidado preventivo, es decir,  si las mujeres se han sometido en el último año a controles y pruebas de detección de las enfermedades más frecuentes y dañinas. Por otro lado tiene en cuenta las necesidades básicas, es decir qué acceso tienen las mujeres y su familia a la comida y vivienda en su país de orígen. Otro punto principal son las opiniones sobre la seguridad y la salud, es decir, el acceso a la atención médica, si creen que reciben la atención adecuada y si pueden caminar solas por la noche. En último lugar se tiene en cuenta la salud individual y emocional.