El “hombre-niño”: el biógrafo de Elon Musk da detalles desconocidos de su vida

Elon Musk. Foto: Reuters

Walter Isaacson, el reconocido biógrafo de genios como Steve Jobs y Albert Einstein, retrató la vida Elon Musk, el magnate y dueño de la red social más famosa del mundo, Twitter. Desde su violenta crianza en Sudáfrica, pasando por el éxito inmensurable de sus compañías, hasta el conflicto irreparable con uno de sus 10 hijos qué, según el multimillonario, se volvió trans por el “virus woke”.

En el libro “Elon Musk”, titulado tal cual el nombre del dueño de Tesla, Isaacson nos presenta un “hombre-niño” que relata los dramas y peleas de su vida. Tras “docenas de entrevistas y charlas de madrugada” con el magnate y de interrogar a más de 100 personas de su círculo cercano, incluyendo a las 3 madres de sus numerosos hijos, el libro revela los detalles de los últimos 8 años de su vida y los orígenes de su temperamento.

Elon Musk. Foto: Reuters. 

Para comprender los giros en la biografía de 700 páginas de Musk y los conflictos emocionales y mentales en el camino a volverse la persona más millonaria del mundo, es necesario agrupar los momentos claves de su historia en 4 puntos, su niñez, su fragilidad mental, el profundo dolor por la separación de su hija, Jenna y su ambición de genio.

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Crecer a los golpes

El dueño de X nació y creció en Sudáfrica, dónde cada anécdota tenía un tinte de violencia. Musk cuenta que una vez fue a un concierto con su hermano, Kimbal, y vieron el cadáver de un hombre apuñalado en el cerebro y que sus zapatillas se tiñeron con su sangre.

Además de ese escalofriante momento, el magnate relató las duras palizas que recibía en los campamentos de verano, dónde los golpes eran moneda corriente y todavía marcan los recuerdos de Musk.

Elon Musk. Foto: NA.

"Si nunca te han dado un puñetazo en la nariz, no tienes idea de cómo te afectará el resto de tu vida", afirma Musk en su biografía. Cuando Elon tenía 8 años, sus padres de origen británico y canadiense se divorciaron, y él tuvo que vivir con los golpes de su padre, Errol, quien nunca reconoció haber violentado a sus hijos. 

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Una mente delicada y un demonio dormido

A pesar de ser la persona más rica del mundo, Musk es perseguido por los fantasmas de su pasado y es incapaz de sentir felicidad por su éxito personal y profesional. “El trastorno de estrés postraumático de su infancia también le inculcó una aversión a la satisfacción”, señaló Isaacson. 

Revolucionar el mundo automotriz con los autos eléctricos y en la exploración espacial parece no ser suficiente para el magnate. "La adversidad me marcó", afirma Musk. "Mi umbral del dolor se volvió muy alto”, agregó.

El estrés por nunca sentir que tenía suficiente llevó a Musk a "sufrir mucha tensión que lo mantenía despierto por la noche y le hacía vomitar”, relató su hermano, Kimbal que lo calificó como “un imán para el drama”.

Elon Musk. Foto: NA 

“Necesito cambiar mi forma de pensar y dejar de estar en el modo crisis en el que he estado durante 14 años, o posiblemente la mayor parte de mi vida”, reconoció el dueño de X a su biógrafo.

Por otro lado, el libro retrata momentos menos vulnerables de Musk. Según Isaacson, el magnate “está loco a veces” y detrás de su encanto también hay un hombre odioso y terrible que grita e insulta a sus empleados, y además trata a las personas como objetos.

En este sentido, Grimes, la madre de 3 de sus 10 hijos dio detalles sobre su volátil personalidad y afirmó que “tiene numerosas mentes y muchas personalidades bastante distintas. Y se mueve entre ellas con mucha rapidez”. Isaacson considera que estas fluctuaciones emocionales son a causa de su asperger y la violencia que vivió en la niñez. 

Explicó que su peor faceta es el “demonio”, cuando “se pone todo oscuro y se mete en el centro de su tormenta mental”. Sin embargo, cuando no se encuentra sumido en la oscuridad, tiene su versión pacífica cuando “es capaz de dormir en un sofá y comer sopa de sobre tan tranquilo”.

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El conflicto con su hija trans y el “virus woke”

Elon Musk es padre de 10 hijos de tres mujeres diferentes: los gemelos Griffin y Xavier, los trillizos Kai, Saxon, Damian, con su primera mujer, Justine. Luego X, Y y Techno Mechanicus con Grimes y los gemelos Strider Sekhar Sirius y Azure Astra Alice, que tuvo in vitro en 2021 con una ejecutiva de una de sus empresas, Shivon Zilis.

La relación más controvertida del magnate es con su hijo Xavier, a quien nombró igual que su personaje favorito de los X-Men. Según el biógrafo, Xavier tenía un “profundo aborrecimiento por el capitalismo y la riqueza” y sus conversaciones con Musk eran “largas y amargas”, dónde el joven decía que odiaba a su padre y todo lo que representaba.

Por este conflictivo vínculo y el desprecio de su hijo, Musk vendió sus casas y pasó a vivir con menos lujo, pero esta decisión no modificó su relación. La tensión entre ambos se intensificó cuando Xavier cumplió 16 años y decidió transicionar a mujer y cambiarse el nombre y el apellido.

Vivian Jenna Wilson, hija de Elon Musk. Foto: Twitter. 

Musk se enteró de lo que ocurría por uno de sus miembros de seguridad, lo que profundizó su distanciamiento y le provocó más dolor que “ninguna otra cosa en su vida" desde la muerte súbita de su primer hijo, Nevada, cuando era un bebé, señaló el biógrafo.

El magnate culpó al “virus woke” o “personas woke”, por la transición de Xavier, que ahora se llama Jenna. El término “Woke” es una forma insultante de llamar a las personas que tienen conciencia social, por considerarlas hipócritas y creerse moralmente superiores.

“Culpó en parte a la ideología que Jenna absorbía en Crossroads, la escuela privada progresista a la que iba en Los Ángeles”, señaló Isaacson que también dijo que este suceso fue el puntapié para que Musk compre Twitter y así frenar la “infección woke”.

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La ambición de llegar a marte y la IA

En la actualidad, Musk dirige seis compañías: Tesla, SpaceX con su unidad de satélites Starlink, X, la Boring Company, Neurolink y xAI, la nueva competencia de OpenAI y DeepMind, pero sus sueños van más allá.

Elon Musk, SpaceX. Foto: Reuters 

“Puede que no gusten ciertos aspectos de lo que tuitea, pero este año [2023] ha enviado hasta ahora más masa en órbita que todos los países y empresas juntos”, señaló Isaacson.

Frente al avance de la Inteligencia Artificial, Musk se cuestiona si vale la pena invertir tanto tiempo en X. “La IA está a la vuelta de la esquina, me estoy preguntando si merece la pena dedicar tanto tiempo a pensar en Twitter. Probablemente podría convertirlo en la mayor institución financiera en el mundo”, dijo el multimillonario.

Sus planes a futuro incluyen llegar a Marte y que la IA se vuelva una herramienta segura, confesó Elon Musk en su biografía. El dueño de X se considera un genio que tiene la humanidad en sus manos y su libro relata su dramático camino al éxito internacional.