El papa Francisco mejora, pero sigue internado: las posibles alternativas del Vaticano para la celebración de la Semana Santa

Papa Francisco en la misa del Jueves Santo. Foto: Reuters.

La recuperación del papa Francisco va en buen camino, aunque se estima que todavía falta tiempo para que le den el alta en el hospital Gemelli de Roma. Además, luego deberá completar su recuperación en la residencia de la Casa Santa Marta, algo que lleva a pensar en una alternativa en las celebraciones de la Semana Santa.

El Vaticano indicó que "son sólo hipótesis" los rumores alrededor de cómo se harán los ritos de esta fecha clave para la religión católica. La mejoría en el estado del pontífice produce que no se emita un nuevo parte médico hasta la semana próxima, a diferencia de las entregas diarias que ocurrían en las primeras semanas de internación.

El papa Francisco en su internación. Foto: X @vaticannews_es

Según lo que indicaron, la neumonía bilateral está "bajo control", pero todavía no fue eliminada del organismo del papa Francisco. La buena noticia es que la ventilación mecánica durante la noche ya no es necesaria.

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Una mejoría gradual pero lenta que no invita a esperar en un alta del hospital en breve. En 2023, el pontífice argentino presidió todas las ceremonias de Semana Santa un día después de salir del hospital por una bronquitis, pero esta vez no podrá ser así.

Por ello, en el Vaticano ya se ha estudiado un posible 'plan B', que podría incluir, de ser necesario, la celebración de los ritos de Semana Santa sin el papa, visto que es el periodo más intenso de las celebraciones de la Iglesia católica.

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Los actos comenzarán ya el 13 de abril con la misa del Domingo de Ramos, mientras que la Semana Santa vaticana - del 17 al 21 de abril- se inicia con el Jueves Santo, cuando hay dos misas, una por la mañana y otra por la tarde y el lavado de los pies, un acto en el que Francisco solía acudir a una cárcel romana.

Mientras que el Viernes Santo hay otras dos celebraciones, entre ellas el Vía Crucis en el Coliseo por la tarde, y el Sábado Santo se celebra la vigilia, una ceremonia de más de tres horas.

Y también está la misa de Pascua del Domingo de Resurrección, que culmina con la bendición Urbi et Orbi desde la Logia de las Bendiciones de la basílica de San Pedro.

El Papa Francisco en la Santa Misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro, Ciudad del Vaticano. Foto: EFE.

Frente a la agenda cargada que presenta la Semana Santa y el estado de salud de Bergoglio, algunos medios indicaron que el Vaticano trabaja en un plan B para que algunos cardenales lleven adelante los ritos en representación del pontífice. 

Algo similar ocurrió en 2005, el último año de Juan Pablo II. Con la enfermedad del parkinson avanzada, la responsabilidad fue confiada a sus principales colaboradores.

Papa Francisco. Foto: Reuters/Matteo Minnella.

Esto ya ocurre en la actualidad en lo que respecta a las misas del Jubileo, además de la celebración del miércoles de ceniza, donde Angelo De Donatis estuvo a cargo.

Esta vez, quizá el papa ya esté recuperándose en esas fechas, por lo que se estudiaría una manera de que pudiera estar presente en algunos momentos importantes, pero sin participar a las largas ceremonias, como por ejemplo con vídeomensajes o conexiones directas desde la capilla de su residencia.

Según algunas especulaciones, que el Vaticano ha tachado como hipótesis, Francisco encargará la tarea de celebrar en su nombre a algunos cardenales como el secretario de Estado, Pietro Parolin; el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re y el vicario de Roma, Bado Reina o De Donatis.