Un fenómeno meteorológico tiñó de verde el desierto del Sahara: las esperanzadoras imágenes

Las imágenes satelitales de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) capturaron un fenómeno único: brotes de vida emergiendo en un área conocida por su aridez extrema.

Por Canal26

Viernes 27 de Septiembre de 2024 - 12:02

Ruinas en el desierto de Sahara. Foto: Pixabay. El paisaje desértico del Sahara se transformó temporalmente. Foto: Unsplash.

El desierto del Sahara, uno de los ecosistemas más inhóspitos del planeta, está experimentando una transformación que recuerda a su pasado verde y fértil. Las lluvias torrenciales que afectaron el noroeste de África en las últimas semanas generaron un resurgimiento inesperado de vegetación, lo que sorprendió a científicos y ecologistas. 

Históricamente, el Sahara fue una región rica en biodiversidad y recursos hídricos, aunque la actual imagen del desierto contrasta con su pasado. Pinturas rupestres y hallazgos arqueológicos demostraron que, hace unos diez mil años, el Sahara era un entorno donde humanos y fauna coexistían en un ecosistema

Desierto del Sáhara. Foto: Unsplash.Aunque el Sahara recibe lluvias en verano, la magnitud de las precipitaciones recientes es poco común. Foto: Unsplash.

Las nevadas convirtieron un entorno árido en un paisaje invernal en Al-Jawf, Arabia Saudita. Foto X @samrujlok

Te puede interesar:

Primera vez en la historia: el paisaje desértico de Arabia Saudita se convirtió en un paraíso invernal, ¿hacia dónde vamos?

Un fenómeno meteorológico tiñó de verde el desierto del Sahara

Liberación de animales en una zona protegida de Marruecos. Foto: EFE/ Fatima Zohra Bouaziz.

Te puede interesar:

Marruecos libera animales en una zona protegida para revivir al desierto

Las lluvias extremas y su impacto temporal en el ecosistema del Sahara

A principios de septiembre, un ciclón extratropical, originado sobre el Atlántico, desató una serie de lluvias que inundaron zonas que normalmente apenas reciben precipitación. Este fenómeno permitió que el paisaje desértico se transforme temporalmente, creando un ambiente donde la vida vegetal comienza a brotar, lo que llevó a un marcado cambio en la coloración del suelo

Las instantáneas tomadas el 10 de septiembre revelaron un contraste notable entre el antes y el después de las lluvias, con tonos azules y verdes que indican la presencia de agua y vegetación. Sin embargo, a pesar de la belleza del fenómeno, algunas comunidades en Marruecos sufrieron las consecuencias de las inundaciones repentinas. 

Las imágenes que difundió la NASA sobre la vegetación en el desierto del Sahara. Foto: NASA. Las imágenes que difundió la NASA sobre la inesperada vegetación en el desierto del Sahara. Foto: NASA.

La transformación de lagos secos en cuerpos de agua, como el lago Iriqui, se convirtió en un foco de interés para los investigadores, quienes observan el impacto del agua en la flora y fauna locales.

Moshe Armon, académico del Instituto de Ciencias de la Tierra en la Universidad Hebrea de Jerusalén, enfatizó sobre la excepcionalidad de este evento. Aunque el Sahara recibe lluvias en verano, la magnitud de las precipitaciones recientes es poco común.

Las imágenes que difundió la NASA sobre la vegetación en el desierto del Sahara. Foto: NASA. Las imágenes que difundió la NASA sobre la vegetación en el desierto del Sahara. Foto: NASA.

La investigación analizó más de 38.000 eventos de lluvias intensas en el Sahara entre 2000 y 2021, revelando que aproximadamente el 30% de estos episodios se produjeron durante la temporada de verano. Este hallazgo indica que, aunque las lluvias extremas no son comunes, su ocurrencia aumentó en los últimos años, lo que podría tener profundas implicaciones para el ecosistema del desierto.

A pesar de la espectacularidad del verdor repentino que comenzó a brotar en áreas del Sahara, este fenómeno no debe confundirse con un cambio ecológico permanente. Sin embargo, resalta los efectos de eventos climáticos extremos y su capacidad para alterar, aunque sea temporalmente, los ecosistemas más áridos del planeta.

Datos del sistema IMERG de la NASA indicaron que algunas áreas recibieron más de 200 milímetros de agua, una cantidad que típicamente se acumula en todo un año. La falta de infraestructura meteorológica en la región dificulta el monitoreo de estos fenómenos, lo que hace que la investigación sea aún más urgente.