Cuadernos de coimas K: ya son dos los pactos de silencio que se rompieron

Uberti rompió el código sostenido por ex funcionarios kirchneristas. Y antes, el ex jefe de la Cámara de la Construcción había quebrado el contrato implícito del círculo de los empresarios. Quedó lejos el relato limitado al financiamiento ilegal de campañas.

Por Canal26

Miércoles 15 de Agosto de 2018 - 07:57

Megacausa coimas - política

La existencia de coimas con la obra pública era tema comentado a diario entre empresarios y políticos. Pero ahora hay registros como los cuadernos de Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta y han apaecido los primeros empresarios arrepentidos que dieron testimonio en primera persona.


Ahora a la lista de empresarios "arrepentidos" se le suma a Claudio Uberti, funcionario de peso en la estructura del ministerio a cargo de Julio De Vido. También hay que sumar el escrito presentado por Abal Medina, el cual estuvo a tono con la versión repetida en la tanda inicial de empresarios arrepentidos.


La primera tanda de empresarios que declararon y dieron detalles del mecanismo implementado para el pago de coimas, hablaron en su mayoría de extorsión ya que debían pagar fuertes sumas en dólares para mantener contratos. Este aporte, según declaraciones, era para financiar la campaña.

 

Abal Medina dijo que desconocía el origen de los fondos. Y aceptó que, aunque vio en todo esto cierta "informalidad", le dio curso a ese dinero que manejaba Roberto Baratta para alimentar la estructura de campaña en 2013. Su declaración provocó malestar por no negar todo de manera cerrada.

 

Pero el testimonio clave fue el de Carlos Wagner, empresario de fluida relación con De Vido. El ex presidente de la Cámara de la Construcción expuso con detalles el funcionamiento de la maquinaria de corrupción. Y rompió así el pacto de la cofradía de la obra pública.


Esa declaración ofrecen precisiones sobre el sistema de corrupción: licitaciones acordadas, cartelización para el reparto de obras, sobreprecios para garantizar los "retornos" y un mecanismo de adelantos de pagos del Estado para cubrir de entrada los desembolsos en negro, que a su vez requerían distintas prácticas de contabilidad irregular.


Uberti, de relación directa con los Kirchner, fue una pieza importante en el esquema armado por De Vido, manejaba un área concreta (concesiones viales) y supervisaba informalmente otras, además de tener un papel destacado en el circuito de los negocios con Venezuela.

El exfuncionario apuntó a De Vido pero traspasó esa línea: según trascendió, terminó involucrado directamente a Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner. Con el extinto presidente había cultivado una cercana relación desde los años santacruceños. Con los otros, su trato fue quizá menos fluido y declinó con el tiempo.

 

Desde el entorno kirchnerista preocupa que haya roto el círculo de negación de denuncias y evidencias.

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