Integración de ChatGPT: por qué Elon Musk piensa que los dispositivos de Apple son inseguros para sus empresas

Elon Musk. Foto: Reuters.

Luego del anuncio de la integración de ChatGPT, Elon Musk puso en duda la seguridad de los dispositivos de Apple y consideró prohibir el ingreso de productos de dicha marca a las oficinas de sus empresas (Space X, Tesla o X).

 A través de sus redes sociales, el magnate sudafricano lanzó fuertes críticas hacia la empresa de la manzanita, sugiriendo que no debería depender de OpenAI para proteger la privacidad y seguridad de los usuarios, en referencia a la integración de la inteligencia artificial (IA) en sus dispositivos.

Logo de Apple. Foto: Reuters.

Justamente, en una de sus publicaciones, aseguró que era "absurdo" que Apple no desarrollara su propia tecnología de IA, en vez de asociarse con OpenAI, cuyos métodos de protección de datos podrían "no ser comprendidos" por los creadores del iPhone ni los propios usuarios.

En una demanda presentada contra Apple y su CEO, Sam Altman, Musk denunció a la organización de abandonar su misión original de desarrollar IA en beneficio de la humanidad, transformándose en una compañía más preocupada por el lucro económico que los intereses globales.

OpenAi. Foto: Reuters. 

Según la petición, OpenAI optó por mantener cerrados ciertos desarrollos como el modelo GPT-4, lo que contrasta con los ideales iniciales de transparencia y colaboración abierta.

"Bajo su nueva junta directiva, no solo está desarrollando, sino que está perfeccionando una IAG (Inteligencia Artificial General) para maximizar las ganancias de Microsoft, en lugar de hacerlo por el bien de la humanidad", indica el documento presentado por el dueño de Tesla.

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Polémico intercambio de información

En sus declaraciones sobre la integración de ChatGPT en los dispositivos Apple, Musk resaltó que la empresa podría estar entregando datos de sus usuarios a OpenAI sin entender completamente las implicaciones de este intercambio de información.

Para el empresario tecnológico, la falta de control sobre cómo se utilizan y protegen estos datos representa un grave riesgo, tanto para los usuarios individuales como para las empresas que gestionan información sensible.