El paranadador se consagró en París 2024 con un tiempo de 2:29.81, consiguiendo el tercer gran logro de la delegación en lo que va del evento.
Por Canal26
Sábado 31 de Agosto de 2024 - 17:31
Iñaki Basiloff hizo historia para Argentina en los Juegos Paralímpicos de París 2024 al obtener la primera medalla dorada del país. El nadador neuquino se impuso en los 200m medley SM7 y consiguió el tercer gran logro de la delegación en lo que va del evento.
Después de los bronces de Antonella Ruiz Díaz en lanzamiento de bala y de Juan Samorano en taekwondo, Basiloff arrancó el sábado con un tercer puesto en su serie, pero terminó coronando una gran actuación en la final que lo tuvo por delante del dueño del récord mundial.
Con un impresionante sprint final, el joven de 23 años registró un tiempo de 2:29.81 en la definición, por delante de los ucranianos Andrii Trusov (2:29.81) y Yevhenii Bohodaiko (2:33.13). "Me sentí muy cómodo en el cierre. Poder ver al resto y acercarme me dio energía para terminar más rápido", declaró el gran ganador.
De esta manera, Iñaki mejoró plenamente su actuación en los Juegos de Tokio 2020, donde conquistó cuatro diplomas olímpicos: 400 metros libre S7, 100 metros espalda S7, 200 metros combinados S7 y 50 metros mariposa S7.
Además, la presea significó para Argentina la primera vez que un paranadador nacional se alzó con la dorada desde Yanina Martínez, en Río 2016.
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Basiloff empezó natación por un tema vinculado a la rehabilitación, luego de que a sus dos años sufriera una mielitis transversa que afectó la musculatura de sus piernas. Desde entonces, participó en los Juegos Parapanamericanos de Toronto 2015, el Campeonato Mundial de Madeira 2022, Mundial de Manchester 2023 y en los Juegos Parapanamericanos 2023, entre otros certámenes.
En charla con LMPlay, el deportista argentino brindó detalles de su infancia: "Cambió toda mi vida. Si bien yo era muy chico y de todos esos años no me acuerdo nada, fue difícil pasar de estar completamente normal, poder caminar o correr a estar en una cama con muchas operaciones. Fue un cambio grande, más que nada para mis papás".
"Mi papás me obligaban a que nadara como un método de recuperar mi estado físico, mi sensibilidad y muchas cosas más. Ellos me acompañaron mucho, me impulsaban a hacer rehabilitación y buscar siempre la manera de mejorar. Y desde ahí no paré nunca de hacer deporte o algo que me permitiera seguir mejorando", agregó.
Por otro lado, Iñaki afirmó que por mucho tiempo compitió con personas sin ninguna discapacidad: "Crecí con esa desventaja, pero también fue un motivador para poder mejorar, competir con los chicos que pueden patear y pueden hacer cosas que yo no puedo hacer, pero lo tomo como una motivación para seguir mejorando y estar al mismo nivel que ellos teniendo una desventaja".
"Yo siempre usé esa desventaja a mi favor, y me di cuenta de que todos esos años me habían servido un montón porque había entrenado de una manera diferente a la que entrena un nadador o deportista paralímpico que sólo entrena con personas iguales", reconoció.
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