Desarrolladas en grandes ciudades, con un paso por la campiña, aportando condimentos de intriga o humor, recomendamos tres series (que son cuatro, en realidad) para aquellos que deseen endulzarse la vida en el fin de semana. Seguramente encontrarán aquí un rincón para soñar con un final feliz.
Todos necesitamos un poco de amor, y nada mejor que una maratón de series románticas para volver a ilusionarse. Acá, 3 recomendaciones para no perderse este fin de semana en streaming.
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Es una comedia romántica inusual, hermosa, que está protagonizada por Kristen Bell y Adam Brody. Ella es una mujer soltera que cuenta sus experiencias sexuales en el podcast que hace con la hermana. De pronto conoce a un rabino joven, encarnado por Brody, y tienen una importante conexión. El espectador a va ver cómo evoluciona esa relación.
Él estaba de novio con una mujer hacía planes de boda con la futura suegra, aunque él nunca le había propuesto matrimonio. Finalmente el rabino corta la relación y justo conoce a otra mujer, una completamente fuera de sus esquemas, y que le encanta. Por eso aquí encontraremos refrescantes diálogos en los que se habla de sexo sin golpes bajos, personajes que están alrededor de la pareja principal muy atractivos y aportan más ternura y diversión a la historia. Algunos incluso generan situaciones muy border.
Seremos testigos de los cuestionamientos que se hace la chica, que es extrovertida pero nunca pensó en salir con un rabino, y menos que éste iba a ser pícaro y sexy. Es una serie moderna, con situaciones cotidianas, bien llevada y muy divertida. Es para no perderse detalle. Bell y Brody están espectaculares. Además aparecen otras caras conocidas como la hermana con la que hace el podcast, que es Justine Lupe, quien hizo de la esposa del hermano mayor en Succession. Ideal para disfrutarla durante un fin de semana.
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La primera temporada tiene ocho episodios de media hora, cada uno independiente de los otros, pues relata diferentes tipos de amor, o de cariño. La serie inicial está ambientada en la ciudad de Nueva York pero luego salieron versiones, incluso de Europa, como Modern Love Amsterdam (todas las temporadas están en Prime Video).
Acá nos vamos a centrar en la inicial, que tiene un elenco de lujo que incluye a una Anne Hathaway distinta, a Tina Fey en un matrimonio de muchos años que necesita una reconversión, y a Dev Patel como el creador de una app de citas que llora por un amor perdido. Las historias, inspiradas en una columna de un diario neoyorkino, van in crescendo en calidad e intensidad hasta llegar al último capítulo, que conecta a los siete anteriores. Todo un hallazgo para ver y disfrutar.
La segunda temporada, que transcurre en Gran Bretaña, no baja la vara en cuanto a las buenas historias, sobre todo una que es encantadora y presenta a una viuda encarnada por Minnie Driver, que emprende un viaje por la campiña en el auto de su esposo mientras conversa con el fallecido, interpretado por Tom Burke. Es encantadora.
Mumbai, Tokio, Chennai y Hyderabad también tienen sus propios relatos hindúes en este ciclo que se puede ver en streaming.
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Atención que son dos series con dos temporadas y episodios de media hora. La original (Navidad en casa) es noruega y presenta la historia de una enfermera a la que la familia le insiste con que tiene que tener novio. Hasta que en una cena anuncia que, para la celebración de Navidad, lo va a presentar. Ahora sólo tiene que conseguir a alguien y así empieza su búsqueda, en la que tiene relativa suerte mientras su vida se va enredando cada vez más.
La otra es casi idéntica pero transcurre en Venecia, donde la protagonista anda en bicicleta por los puentes que cruzan los canales. Ambas rompen la cuarta pared y le hablan al espectador, incluso hacen gestos y guiños que las vuelven más simpáticas. Y si bien el contenido es similar, son distintas e igualmente encantadoras, tanto en las situaciones que vive la protagonista en su búsqueda de pareja como en los personajes del entorno y sus propias vicisitudes.
Sin dudas el peso recae sobre la enfermera que odia a la Navidad, por lo que la elección de la actriz fue fundamental para completar el atractivo de la serie. En la Noruega es Ida Elise Broch (una cara conocida y una intérprete versátil) y en la italiana se llama Pilar Fogliati. Ambas logran traspasar la pantalla con su carisma.
La ventaja de ver las dos, además de comparar, es que una con respecto a la otra tiene algunas vueltas de tuerca que las diferencia. También contribuye el paisaje ciudadano y navideño, otro personaje importante, incluso para la definición de las situaciones.
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