Tras vivir 43 años sin saber que tenía Asperger, hoy lucha para que todos conozcan su diagnóstico

Tras escuchar por primera vez la palabra “autismo” y buscar información en Internet, comenzó a conocer el mundo del Asperger.

Por Canal26

Martes 18 de Febrero de 2020 - 15:50

Mere NicastroMere Nicastro, foto Infobae

Mere Nicastro transitó distintas etapas de su vida sin saber que padecía Asperger. De pequeña hacía la tarea bailando y en la secundaria recibió muchas notas por problemas de conducta.

 

La universidad tampoco fue fácil y con calificaciones que no bajaban del 8 decidió dejar la carrera de arquitectura porque se sentía muy cansada.

 

Todas estas situaciones enmascaraban un diagnóstico del que no tuvo idea hasta sus 43 años, cuando descubrió que tenía síndrome de Asperger.

 

En el Día Internacional del Síndrome de Asperger la mujer contó su experiencia y explicó: “es otra manera de ser, pensar, sentir y estar en el mundo”.

 

El asperger es una condición neurobiológica que los constituye y que influye en cómo procesan la información, en cómo se relacionan con los otros y con el mundo que los rodea y que se incorpora dentro de lo que se conoce como Trastornos del Espectro Autista.

 

Madre de dos niñas, fua a raíz de una situación familiar que empezó a indagar en qué era lo que le sucedía realmente.

 

“Tiempo después me informé y una de las características más notorias de las mujeres con Asperger es que se suelen mimetizar con el ambiente. Y sí, durante toda mi vida me mimeticé y traté de pasar desapercibida del resto” explicó en una entrevista con Infobae.

 

“Me costaron mucho algunas cosas; necesité apoyo para algunas otras. Por ejemplo, necesité ir a la psicopedagoga para aprender a leer de una manera que no era convencional, fui a la fonoaudióloga para dejar de tartamudear y así otras tantas cosas. Vivir con Asperger es entender que nos cuesta mucho reconocer los sentimientos, nos sentimos raros porque nos pasan cosas pero no podemos ponerlo en palabras y, por ende, hacer algo al respecto para que no nos afecten. En definitiva, el mundo nos resulta muy hostil", detalló.

 

Más adelante, contó que en la primaria la medicaron para que se "quedara quieta". Con el tiempo, fue encontrando pequeñas estrategias para sobrellevar su realidad: “El diagnóstico viene de grande, pero fui encontrando sola, a mi manera, distintas formas de ‘mimetizarme’ con el resto, como por ejemplo, planear las cosas con mucha anticipación para no ponerme nerviosa o averiguar lo que más pueda sobre el ambiente al que voy a ir”.

 

Primero comenzó averiguando en internet: “Primero consulté en la web para entender qué era el autismo y encontré un link que habla sobre el Asperger y otro que enfatiza más en el síndrome en mujeres. Y me di cuenta de que yo me encontraba en este colectivo. Una conocida me recomendó un lugar para hacerme un diagnóstico, de ahí un psiquiatra y me aconsejaron ir a la Liga de Asperger y fue algo maravilloso, pude ver personas autónomas independientes y me vi a mi misma, eso fue clave para mí”.

 

Contó que a raíz del diagnóstico, "se clarificó un poco la historia familiar y esto también está bueno. Mi hija lo primero que me dijo es ‘¿estás contenta? Se te ve contenta’. Y la verdad es que sí. Toda la vida viví con Asperger pero ahora lo sé y es algo con lo que puedo trabajar y ser consciente. Para mi fue súper positivo llegar al diagnóstico y por eso no quiero que nadie se quede sin diagnostico”.

 

“Las personas con Asperger tendemos a apasionarnos por algún tema y de ahí surge la necesidad de información hasta especializarnos. Le dedicamos mucho tiempo y energía. Investigamos y lo realizamos por nuestros medios, pero básicamente nos distinguimos por la dedicación con la que abordamos el tema", indicó.

 

Actualmente trabaja en la escuela de cerámica “Fernando Arranz” pero descubrió a raíz de su diagnóstico una nueva pasión: trabajar en la ONG Liga asperger 7. Hoy integra la comisión directiva con el objetivo de difundir información, concientizar e informar acerca del síndrome de Asperger.

 

“Para mí fue un antes y un después ver a otras personas con el síndrome para entender y verse en el otro. Mi deseo es que se acerquen a conocer otras personas Asperger. Te da el impulso para luego ir a buscar un diagnóstico y entender que esto no te sucede a vos sola. Y obvio buscar siempre un diagnóstico certero", finalizó.