Ciudades de los 15 minutos
Teletrabajo en pandemia.
Durante la pandemia participe en muchas charlas sobre los más variados temas , particularmente me llamó la atención una propuesta urbanística de la ciudad de los 15 minutos que se impondría en la post pandemia, en los barrios de las grandes ciudades, donde el trabajo, la escuela, el centro comercial, el hospital, las delegaciones policiales y comunales deberían estar a 15 minutos de nuestro domicilio.
Los cambios de hábitos vendrían acompañados de modificaciones en el sistema de transporte, el uso de la bicicleta y el trabajo a distancia.
Con las salvedades del caso, podemos imaginar como seria la vida en ciudades de los 15 minutos viendo como se vive en el centro oeste de la provincia de Santa Fe , en el corazón de la pampa gringa, donde muchas ciudades tienen menos de 25000 habitantes y las comunas que no llegan a los 10000 .
La principal actividad productiva de la región es la agricultura, complementada con agroindustria, la metal mecánica y el comercio.
Estas actividades nunca se detuvieron durante la pandemia, los comerciantes cambiaron su forma de vender incorporando el teléfono o la web y la entrega a domicilio y cobrando a través del sistema bancario, por home banking, o por la billetera santafesina.
La construcción privada ha tenido un crecimiento exponencial, favorecida por la imposibilidad de viajar, y las restricciones cambiarias, los excedentes financieros se volcaron al ladrillo, la más constante reserva de valor de los argentinos.
Toda esta actividad demanda trabajo, los índices de desempleo son muchos menores que la media nacional, y si bien los ingresos no son muy diferentes la calidad de vida es bastante mejor.
El entramado social y cultural de estos pueblos es muy denso, sindicatos, entidades vecinales, clubes de barrio, cooperadoras, cooperativas, mutuales, fundaciones, asociaciones civiles con múltiples actividades comunitarias, comedores barriales, protección de animales, bomberos voluntarios, bibliotecas, centros culturales, de jubilados y de iglesias de todos los cultos.
Esta enorme cantidad de organizaciones se sostiene con el trabajo voluntario de los vecinos , sea como directivos o colaboradores, lo que implica una gran participación ciudadana.
La información local y regional se difunde por radios de frecuencia modulada o por portales de Internet, cables y redes sociales. La información de la nación llega por los medios nacionales que dan un baño diario de problemas y cultura porteña.
Toda esta actividad productiva, social y comunitaria es privada y además colaborativa con el trabajo municipal.
El rol del Estado es el que corresponde, que la policía cuide la seguridad, que la educación de niños y adolescentes está garantizada, que el acceso a la justicia sea para todos e igualitario, que se construyan rutas y los servicios públicos funcionen.
Durante la pandemia el Estado estuvo muy presente y activo, tanto en ampliar el número de camas como en la pronta vacunación de las dosis disponibles. Y también puso de manifiesto la necesidad de fortalecer los hospitales regionales.
A todas partes se llega en los famosos quince minutos, no existe transporte público, solo Remises, en cada casa existe algún medio de traslado, un automóvil, una moto , una bicicleta y se podría llegar caminando, pero solo una minoría lo hace.
La cara visible del Estado es el municipio o la comisión comunal, que en la provincia de Santa Fe por el sistema de colonización y de ocupación territorial hoy son 365 que fueron construidos para la escala del carro tirado a caballos, una localidad cada once kilómetros.
La convivencia entre el sector público y privado y de la economía social es armónica y equilibrada y no está exenta de problemas, como en ninguna parte, pero como cada sector ocupa su rol la posibilidad de afrontarlos y solucionarlos es mucho mayor.
El trabajo y el estudio a distancia ofrece nuevas posibilidades a estos pueblos, que rara vez son noticias nacionales, salvo cuando aparece algún deportista destacado que llega a las ligas superiores.
Existe un país distinto fuera de los grandes conglomerados urbanos, que no son visibles ni atractivos para los noticieros, que tienen poco peso electoral en la Nacion , pero que son modelos en acción que pueden inspirar las ciudades quince minutos. Y vale la pena apurar los cambios, pensando además en una nueva colonización, que cambie el sentido de las migraciones ocupando un territorio vacío con ciudades a escala humana.
Para la nueva epopeya del desarrollo, el Estado debiera garantizar conectividad en todo el territorio, alentar la producción de energías renovables, e impulsar la reconstrucción ferroviaria.
