Día Mundial del Reciclaje: guía para reciclar en casa

Reciclaje. Foto: Freepik

El reciclaje es una práctica que consiste en el proceso de recolección y transformación de desechos para convertirlos en un nuevo producto. Tal es su importancia que muchos países del mundo dedican parte de sus recursos en la implementación de políticas que contribuyan el cuidado del medio ambiente y fomenten el reciclaje. 

Como era de esperarse, al tratarse de uno de los pilares más importantes para reducir la contaminación y cuidar el medio ambiente, el reciclaje tiene su propio día, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO, que en el año 2005 eligió el 17 de mayo para concientizar sobre el impacto de los desechos y cómo el reciclaje puede marcar la diferencia.

Es por ello que cada año, se aprovecha esta fecha para recordar e impulsar la tan famosa estrategia de las 3R: reducir, reutilizar y reciclar, la regla que busca reducir la cantidad de residuos. De acuerdo con la Universidad Nacional de Cuyo, en Argentina se genera, aproximadamente, un kilo de basura por día por persona, por lo cual la premisa nacida en Estados Unidos en 1970 sigue más vigente que nunca.

Reciclaje. Foto: Unsplash.

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El reciclaje empieza en casa

Si bien el reciclaje puede resultar sencillo una vez que se vuelve hábito cotidiano, lo realmente difícil es convertir esta tarea en una costumbre diaria. La organización ambientalista Greenpeace asegura que para iniciarse en el reciclaje doméstico primero se deben conocer los diferentes tipos de residuos.

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Tipos de residuos

• Primero están los residuos orgánicos, aquellos desechos de origen biológico, como los restos de alimentos que se generan en los hogares.
• Luego se encuentra los desechos inorgánicos, los que provienen de orígenes industriales como la madera, el papel, la tela, vidrios y hasta los aparatos.
• Por último, los peligrosos, aquellos residuos que pueden representar un peligro para el planeta, como las sustancias químicas, ácidos o material médico.
  
  Residuos. Foto: Unsplash

Pero también se debe tener en cuenta que dentro de otros grupos existen dos subdivisiones, los desechos Reciclables y los No Reciclables. Dentro de los desechos orgánicos, los reciclables son los residuos de origen vegetal, como los restos de frutas, verduras, hojas y ramas, que se pueden compostar, mientras que los no reciclables son los restos de carnes y huesos. Por otra parte, en el grupo de los inorgánicos, el papel, los plásticos, el cartón, metal y vidrios son catalogados como reciclables, mientras que las lapiceras, los cepillos de dientes, y otros elementos de este tipo son considerados No Reciclables.

Con esta aclaración, solo quedará colocar alguna caja, bolsa o tacho para guardar los inorgánicos reciclables, siempre chequeado que se encuentre vacíos, limpios y secos, como las botellas o latas de bebidas, ya que cualquier líquido puede echar a perder otros materiales inorgánicos como los papeles y el cartón, para luego llevarlos a los contenedores o puntos verdes. Mientras que los reciclables orgánicos pueden ser apartados para compostar.

Reciclaje. Foto: Unsplash.

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Las otras 2 R también son importantes

El reciclaje es solo la última parte de la estrategia de las 3R, pero ¿qué hay de las otras dos? La primera R es de Reducir, un pequeño acto de los consumidores con gran impacto en el ambiente, lo cual se logra comprando solo la cantidad de productos necesaria, eligiendo opciones más duraderas y ecológicas y reparando aquellos objetos que puedan arreglarse para no tirar y comprar nuevos, y evitando el uso de productos desechables lo más que se pueda.

El segundo paso es, justamente, la segunda R, Reutilizar, dado que es una práctica fundamental para reducir no solo el consumo, sino también la generación de residuos, la cual se puede lograr a través de distintas técnicas como reutilizar la ropa o donarla, al igual que los objetos que no se utilicen y así evitar que terminen en la basura, o incluso, venderlos. Pero también se las puede convertir en otros productos para darles una nueva vida útil

El último paso es el Reciclaje, que aporta diferentes técnicas y opciones que ayudarán a reducir el volumen de residuos, ahorrar y preservar los recursos naturales, disminuyendo la contaminación que tanto daño le provoca al medio ambiente.