Inteligencia artificial: científicos buscan crear una herramienta para comunicarse con animales

Las suricatas se alarman entre sí ante la presencia de un depredador. Fuente: Unsplash.

La organización Earth Species Project (ESP), busca aprovechar el auge de la inteligencia artificial para elaborar un programa que sea capaz de descifrar las formas de comunicación animal a través de una gran injerencia de datos. El proyecto, al cual los científicos ven con un "enorme potencial de cambio", intentará funcionar como un ChatGPT, con el propósito de decodificar la comunicación entre animales.

Los animales cuentan con la posibilidad de comunicarse entre sí, pero no con los humanos. Por ejemplo, cuando las suricatas se enfrentan a un depredador, utilizan un conjunto de llamadas de alarma dependiendo de lo cerca y peligroso que sea. Las belugas, por su parte, mandan ciertas señales de vocalización que revelan sus estructuras sociales, y los pájaros, en el cielo, también comunican el peligro a otros miembros de su parvada.

El deseo de conocer la comunicación animal viene desde hace varias décadas, por lo cual biólogos de todo el mundo se encargan específicamente de decodificar sonidos, señales e indicios, como lo es la "danza" que realizan las abejas mieleras para indicarse mutuamente dónde encontrar néctar.

La inteligencia artificial podría predecir varamientos masivos de ballenas. Fuente: Unsplash.

El proceso requiere de mucho tiempo y dedicación por parte de los investigadores, que deben grabar sonidos de animales durante horas para poder relacionar y diferenciar este contenido con otras observaciones previas. Por ejemplo, un león puede gruñir como advertencia, mientras que un lagarto puede agitar la mano o hinchar la papada.

De igual forma, las observaciones cuentan con el apoyo de tecnologías apropiadas para agilizar el trabajo. El uso de biologgers, un dispositivo que se coloca en los animales para registrar sonido, ritmo cardíaco y demás aspectos, es un ejemplo de ellas.

Biologgers. Fuente: Web.

Earth Species Project se creó en el año 2017 luego de que se conocieran avances en el aprendizaje automático, un hecho que les permitió explorar nuevas posibilidades para el estudio de la decodificación de la comunicación. En su primer artículo, describieron una herramienta que permitía aislar una voz en una grabación de varias personas hablando. A partir de ese momento, la organización comenzó a emparejar las observaciones obtenidas del comportamiento con señales de comunicación analizando los datos almacenados en biologgers.

Te puede interesar:

Los mejores trucos para usar correctamente Gemini, la inteligencia artificial de Google

Una especie de "Chat GPT" para animales

La organización buscará que esta innovadora herramienta reconozca las señales emitidas por los animales en determinadas situaciones, evitando el reduccionismo al estudio del lenguaje de una especie en concreto. 

Sara Keen, ingeniera acústica y neurobióloga del ESP, aseguró que podría funcionar como un "ChatGPT para animales", ya que se basará en un algoritmo que contará con la posibilidad de predecir con exactitud qué señal de comunicación vendrá a continuación con respecto al comportamiento de un animal. Si bien los avances son prometedores, la ingeniera explicó que su perfeccionamiento llevará tiempo. 

En cuanto a su potencial, no sólo será útil para entender la comunicación de los animales, sino que también tendrá implicancia en la conservación e interacción entre los seres humanos y la vida salvaje. Como evidencia, el equipo de ESP investiga el sonido de las belugas del Río San Lorenzo en Canadá.

Te puede interesar:

La IA en la educación, el entretenimiento y la economía

La otra parte sobre el uso de la herramienta

Algunos cazadores furtivos ya hacen uso de grabaciones de sonidos para atraer a los animales. En el caso de los pájaros, el sonido de apareamiento utilizado por los cazadores los lleva a caer en sus trampas, por lo que los avances en torno a la comunicación pueden generan que estos actores atenten contra la fauna.  Por otro lado, es importante mantener el foco en los pros, ya que los beneficios potenciales para la conservación siguen siendo enormes: desde predecir varamientos masivos de ballenas hasta revelar el impacto de las turbinas eólicas marinas, entre otros.