Búsqueda de Gisella: realizan nuevos rastrillajes cerca de su casa

Un nuevo rastrillaje en busca de la odontóloga Gisella Solís Calle, quien desapareció el 15 de enero pasado en la ciudad de La Plata, se concretará hoy en una zona cercana a la casa de la mujer.

Los trabajos de los pesquisas estarán centrados durante el domingo en un canal cercano a 129 y 50, en la localidad bonaerense de Berisso.

Durante el sábado, el rastrillaje estuvo concentrado en una zona rural del distrito de Magdalena, pero sin resultados relevantes.

Los policías recorrieron desde la ruta 11 los cursos de los arroyos El Pescado y Zapata, entre las localidades de Vera y Magdalena, en el marco del operativo ordenado por la fiscal platense Ana Medina.

Los rastrillajes se concentraron en esa zona a partir del aporte de una testigo que dijo haber visto en la jornada de la desaparición de la profesional una camioneta similar a la Nissan de color amarillo que pertenecía a Abel Casimiro Campos, el novio de la mujer, que se suicidó el 20 de enero pasado en un hotel del centro platense, cuando iba a ser llevado a declarar por la Policía.

Hasta el momento fueron tres las zonas rastrilladas: antes de los campos del partido de Magdalena, unos 200 policías revisaron terrenos situados a la altura del kilómetro 47 de la Autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de Villa Elisa y posteriormente se recorrió un área ubicada sobre la ruta 6, cerca de la Rotonda de Etcheverry.

En los operativos, que por el momento no dieron resultado, se utilizan drones, perros, buzos y canes, además de un considerable número de efectivos, entre otros recursos.

Según pudo establecerse, Campos le dijo a los familiares de Solís que había tenido una discusión con ella el 15 de enero pasado en la casa de la mujer.

Al otro día, la odontóloga no se presentó a su trabajo y en su domicilio se encontraron rastros de vino en dos copas, además de vómito en el baño.

Se supo que un testigo vio a Campos salir de la casa de Solís el 16 de enero y que a las pocas horas hizo lavar su camioneta.

El hombre viajó a la zona de Lobería, donde vive su esposa, con una hija adolescente, ya que mantenía una doble vida, y luego volvió a La Plata, donde trabajaba en la obra social IOMA, y se suicidó cuando iba a ser abordado por un policía en su habitación.