Con sello narco: balearon a un testigo de la causa contra el Rey de la Efedrina

Andrés Lamboy, el empresario de 45 años de edad que este martes fue brutalmente atacado a balazos, fue uno de los testigos en la causa que condenó oportunamente a prisión a Mario Roberto Segovia, más conocido como el Rey de la Efedrina.

Lamboy recibió varios impactos de bala en su cuerpo frente al colegio San Bartolomé de Fisherton donde acababa de dejar a su hijo. El hombre atacado era yerno de Rubén Alberto Galvarini, un empresario de Villa Gobernador Galvez que tenía en Barracas, ciudad de Buenos Aires, el depósito fiscal desde donde se embarcaba el contrabando de Efedrina y que derivó en este resonante caso. Galvarini ha sido condenado a 7 años de prisión.

Durante el juicio contra el Rey de la Efedrina, el testigo baleado declaró que figuró en los papeles como director del depósito fiscal Sadocks S.A. hasta el 2007, pero que -sin embargo- jamás trabajó para la empresa.

Asímismo, dijo que su ex suegro era responsable del depósito y que conocía perfectamente al imputado Mario Roberto Segovia. De todos modos, también aclaró que lo llamaba "Nicolás Mario" y que Segovia trabajó en Sadocks S.A. hasta que se enemistó con su ex suegro.

Durante la mañana de este martes, Lamboy volvía a bordo de su camioneta Dodge Ram color negro tras dejar a su hijo en el colegio San Bartolomé y fue atacado a balazos cuando salía de tomar un café en el Club Old Resian. Recibió heridas en uno de sus miembros inferiores, el tórax y el abdomen.

El caso del Rey de la Efedrina:
El 29 de marzo de 2012 Segovia fue condenado a 9 años de cárcel por el Tribunal Oral en lo Penal Económico 2 de la Capital Federal en una causa instruída por el contrabando a México de casi 300 kilos de efedrina y pseudoefedrina (precursores químicos para la elaboración de drogas sintéticas) ocultos en un cargamento de 12
toneladas de azúcar. El 10 de agosto de ese mismo año el Tribunal Oral Federal 4 de San Martín (Buenos Aires) lo sentenció a 14 años de prisión por traficar más de cuatro toneladas de esas sustancias en al menos 91 envíos, pena que fue ratificada en segunda instancia en 2016.

De la unificación de penas surgió finalmente una condena de 16 años de prisión en total que el 13 de julio de 2018 fue ratificada por la Cámara Federal de Casación Penal al desestimar el recurso de la defensa.