Una nena de 13 años fue la última víctima en una ciudad donde la violencia no se detiene. El ministro de Seguridad provincial Marcelo Sain reveló hace un tiempo que en dicha ciudad hay “una fábrica de gatilleros y sicarios que es asombrosa”.
Por Canal26
Sábado 13 de Febrero de 2021 - 17:59
Los crímenes narcos no se detienen.
La violencia en Rosario no se detiene y cada año parece más incontrolable con menores de edad siendo víctimas ya que muchas veces quedan en el medio de feroces tiroteos.
La última víctima de la imparable violencia de la ciudad fue Luisina Nicol Biagiola, una nena de 13 años, quien terminó siendo asesinada de un balazo en el pecho en la madrugada del jueves último en el barrio Godoy, zona oeste. Diez días antes, y a cinco cuadras de distancia, una pareja había sido atacada a tiros junto con su beba de un año y medio, que sufrió seis heridas de arma de fuego.
También hay que contar a una nena de 8 años que quedó el martes pasado en medio de una ejecución narco en Rouillón y Maradona, en el mismo sector de la ciudad, y recibió un tiro en una pierna. En Rosario hubo, de acuerdo a datos oficiales, 21 asesinatos entre enero y los 12 días que lleva febrero. En el mismo período de tiempo, pero del año pasado, hubo 30.
Por lo que supieron los investigadores, la casa de Luisina estaba ubicada a metros de tres puntos de venta de droga de barrio Godoy y teniendo en cuenta cómo se dio la balacera, crece la hipótesis de una disputa entre bandas narco.
Impactos de bala en la escena del crimen de Luisina., Rosario violenta
A 200 metros está ubicado otro sector donde vendían droga los hermanos Ariel Maximiliano “Chanchón” Cantero y Alexis Claudio “Tartita” Schneider quiénes ean hijos del ex líder de Los Monos, “El Viejo” Cantero.
Las disputas entre bandas narco no se detienen en la ciudad y con el agravante de nuevas “células” que tienen estructuras débiles, con eslabones difíciles de descifrar para el Ministerio Público de la Acusación.
Lo que llama la atención es la nula o lenta accionar de la Justicia y por la lentitud, los miembros de estas bandas caen solo si son asesinados o detenidos por un delito provincial relacionado a la droga.
Policías en la escena del crimen de Luisina.
Según un informe que realizó Infobae, una de las cosas que más delimita a terminar con estas bandas es la falta de estructura que tiene la Policía de la Provincia ya que solo cuentan con 100 patrulleros por turno para una ciudad de aproximadamente un millón de habitantes.
Las zonas más violentas en la ciudad se encuentran en el sector sur, en los barrios Las Flores y Tablada; en el distrito oeste, principalmente en barrios como Triángulo y Godoy; y en el noroeste, mayormente en Ludueña o Empalme Graneros.
El ministro de Seguridad provincial Marcelo Sain reveló hace un tiempo que en dicha ciudad hay “una fábrica de gatilleros y sicarios que es asombrosa”. Valeria Haurigot comentó que, siempre según las causas que tuvo a su cargo, los encargados de balear los frentes de casas lo hacen por alrededor de tres mil pesos y una moto para la movilidad. Y los sicarios, aproximadamente 50 mil pesos por una ejecución.
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