Se salvó por un paquete de chicles y al año siguiente lo mataron en otro asalto: la historia del kioskero Cristian Velázquez

El comerciante asesinado en Mar del Plata. Foto: gentileza La Capital de Mar del Plata.

El kiosquero Cristian Velázquez fue asesinado de un disparo en la cabeza durante un asalto que cometieron dos delincuentes. El homicidio consterna a la ciudad de Mar del Plata dado que el hombre ya había sufrido cuatro robos desde que tenía su local en el centro de "La Feliz".

En esta ocasión, dos ladrones entraron al negocio donde trabajaba y le dispararon a sangre fría después de que Velázquez intentara resistirse con gas pimienta, como había hecho en abril del año pasado. Momentos después, los asaltantes se escaparon sin consumar el robo, a bordo de una moto de baja cilindrada.

El crimen del kiosquero conmociona a Mar del Plata. Foto: NA/José Scalzo.

Cristian Velázquez había puesto su kiosco hace varios años en la avenida Jacinto Peralta Ramos al 700, una zona comercial que es muy concurrida durante el día, por lo que nunca imaginó que iba a vivir tantos episodios de inseguridad. Sin embargo, los delitos en su local jamás cesaron.

El más impactante para el kiosquero fue el sucedido en abril de 2024, cuando estuvo al borde de morir y se dio cuenta de que se había salvado por una razón fortuita: “Sentí que me podían haber matado. Me salvaron los paquetes de chicle”, declaró Velázquez en ese momento al diario local La Capital.

“Uno de los malvivientes me pidió plata, no reaccioné y ahí me tiran el primer tiro, que le pega a los chicles y por eso no me da a mí”, relató por entonces.

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La historia de Cristian Velázquez, marcada por la inseguridad

En el último episodio violento que vivió antes de su muerte, los delincuentes le dispararon sin lograr herirlo y escaparon. Este lunes no tuvo la misma suerte y perdió su vida, aunque él ya había anticipado lo que le podría suceder a causa de la inseguridad.

Tras el robo que sufrió en abril, Velázquez lamentó los constantes episodios de inseguridad en el barrio: “Nos vamos acostumbrando a los robos a cada rato”, dijo a modo premonitorio.

Un grupo de vecinos protestaron en frete del local. Foto: NA/José Scalzo.

Y agregó: “Sentí que me podían haber matado, porque es así todo el tiempo. Estamos solos, no hay seguridad. Siempre pasa algo en esta cuadra, siempre a alguien le están robando”. Estas declaraciones parecían anticipar lo que ocurrió nueve meses después. 

Uno de los delincuentes fue detenido este martes al mediodía. Se trata de un hombre de 29 años, que está sospechado de haber participado del robo.  El otro de los agresores permanece prófugo, pero ya fue identificado.