66° aniversario de la desaparición física de Evita

Por Antonio Arcuri (*)

Se conmemora el sesenta y seis aniversario de la muerte de Evita, la compañera militante que supo ganarse un lugar en el corazón del pueblo por su denodada labor en favor de los que menos tienen, como quería que se la recordara.

El Museo 17 de Octubre de San Vicente, el lugar en el cual viviera sus horas más felices junto al General Juan Domingo Perón, nos encuentra al frente de la Asociación Amigos junto a compañeras y compañeros que desean mantener vivo su legado colaborando en el mantenimiento de este histórico sitio.

María Eva Duarte nacida en la localidad bonaerense de Los Toldos, recorrió un camino intenso hasta que el cáncer interrumpió su vida. Junto a Perón supo entregarse a una causa que defendió y sostuvo con pasión, para ser la mano tendida con que el peronismo iluminara el corazón de los más necesitados.

Las muestras de desprecio de parte de un sector de la sociedad que no entendía su labor, no hicieron mella en su figura que creció al calor de las masas populares, en cada hogar, en cada rincón humilde de la Patria.

Encarnada en el ejemplo de conducción del General Perón y en el fuego sagrado de Evita, la tarea militante sabe interpretar la justicia social como un camino que no vive de campañas políticas, ni en la lucha por cargos partidarios, sino en la vida cotidiana.

Decía Evita en la Escuela Superior Peronista “Así deben ser ustedes, honrados para reconocer cuando se equivocan, y honrados y valientes para hacer llegar, en cualquier momento, a todos los peronistas, la voz sincera, valiente y doctrinaria de nuestra causa”.

Además cuestionaba y planteaba “si el mundo querrá la felicidad de la humanidad o sólo aspira a hacerle la jugada un poco carnavalesca y sangrienta de utilizar la bandera del bien para intereses mezquinos y subalternos. Nosotros tenemos que pensar, y llamar un poco a la reflexión a la humanidad”.

Estas palabras, evidencian que a su apasionamiento en la labor social, además complementaba con su tarea doctrinaria; visionariamente planteaba la tarea política y su compromiso para entender los orígenes de la historia, el presente de su época y elaborar cuestiones que nos llegan hasta la actualidad.

En la jornada del renunciamiento histórico, nos dejaba un pedido especial “Una sola y gran ambición personal: que hubo al lado de Perón una mujer que se dedicó a llevarle al presidente las esperanzas del pueblo, que Perón convertía en hermosas realidades y que a esta mujer el pueblo la llamaba cariñosamente Evita”. 

En último diálogo con Perón, aún mantenía las fuerzas para ayudar a su compañero, en lo que fue su augurio del triste final del gobierno en 1955, pero también del glorioso regreso, diciéndole “no abandones nunca a los pobres…”.

El 26 de julio de 1952 a las 20:25 la Abanderada de los Humildes dejaba este mundo y la congoja popular fue tal que su sepelio quedo en la Historia argentina como uno de sus hechos más relevantes del Siglo XX.

Este 66° aniversario nos encuentra nuevamente con un pueblo viviendo una realidad cruda distinta a la que soñara ella, su ejemplo nos debe retemplar el espíritu para que más allá de las pujas políticas, acompañemos a los que más sufren la desigualdad.

(*) Presidente de la Asociación Amigos del Museo Histórico 17 de Octubre

*INVITADO DEL DÍA DE DIARIO26.COM