Joven que denunció a Mourelle declaró: "Arroyo sabe que digo la verdad"

Tras confirmarse su traslado de dependencia municipal en plena investigación penal por la denuncia que presentó contra el secretario de Hacienda Hernán Mourelle; Daiana Siano, la joven denunciante habló públicamente. Lo hizo ante la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Deliberante.

“Me siento triste por la actitud de Arroyo. Él sabe que digo la verdad”, comentó Siano ante los concejales. Y agregó: “Sigo sufriendo represalias”.

La empleada municipal que se desempeñaba en el área de Protocolo del municipio de General Pueyrredón se presentó ante la Justicia y denunció formalmente que Mourelle le hacía insinuaciones sexuales a cambio de autorizarle una bonificación que ella venía reclamando.

La denuncia hizo estallar el escándalo en el ámbito municipal y las concejales del cuerpo legislativo decidieron convocarla a la Comisión de Derechos Humanos para que cuente lo sucedido.

Luego de llevada a cabo la reunión, la mujer habló ante los medios periodísticos y aseguró que había decidido mantener silencio a lo largo de todo este tiempo para no “entorpecer la investigación”. “Decidí dar la cara porque mucha gente me está apoyando. Hay que hacerse cargo cuando uno hace una denuncia”, dijo Daiana.

La joven destacó además que tras la denuncia no hay cuestión política alguna y reiteró una vez más que hubiera esperado una actitud distinta del intendente Arroyo.

También, indicó que antes de radicar la denuncia penal había solicitado la intervención de la Defensoría del Pueblo, desde donde le habían enviado una notificación a Mourelle. A partir de allí, relató, comenzó a recibir represalias y amenazas de traslado.

“No quiero dar el mensaje de no denunciar. A la que esté pasando, le pido que tenga coraje y haga la denuncia para aportar nuestro granito de arena”, dijo la empleada municipal.

Con respecto a su traslado, indicó que aún no fue notificada formalmente, pero advirtió que en cuanto su médico le dé el alta se reincorporará al lugar que le corresponde. “Mi problema no es trabajar. En el lugar que me toque trabajaré”, dijo la mujer.