Sebastián Castella gana Escapulario de Oro en Lima

Por Canal26

Lunes 13 de Noviembre de 2023 - 00:54

Jaime de Rivero

Lima, 13 nov (EFE).- La tercera y última corrida de la peruana Feria del Señor de los Milagros ha tenido como máximos triunfadores a Sebastián Castella y Emilio de Justo, que sumaron dos orejas cada uno y pudieron salir a hombros de la plaza limeña de Acho. Roca Rey tuvo también una actuación muy destacada con el primero de su lote, al que le cortó una oreja.

Poca fuerza tenía el que abrió plaza, un toro noble y soso de San Pedro, al que Castella cuidó en todo momento, llevándolo a media altura con suavidad y lentitud. Las series principales fueron por derechazos, dándole tiempo al burel para que se recupere.

Faena corta que culminó con una tanda de naturales de mucho gusto. No pudo envasar toda la espada en la suerte de matar. Aplausos para Castella y silencio para el toro.

El cuarto de La Viña no tomaba los capotes con franqueza, acudiendo con la cabeza alta a los cites. Mejoró con la pica y las banderillas, mostrando mayor alegría y acometividad. El inicio fue memorable con una serie de siete muletazos, los de tanteo por alto y los finales por abajo, casi sin moverse del sitio.

Lo toreó con mucho temple por derechazos, aprovechando la prontitud y repetición del astado. Intentó por el pitón izquierdo, pero sin limpieza porque su oponente sólo admitía pases de uno en uno.

Cuando el francés retomó por el derecho, el animal comenzó a tardear. Allí, en el tramo final apareció el Castella lidiador, sacándole toda clase de pases, incluso en cercanías. Ejecutó la suerte suprema con todo rigor, dejando una gran estocada.

Faena de una oreja, pero que el Juez premió con otra adicional.

El segundo de la tarde de El Olivar, abanto de salida, fue cambiado por el juez de plaza.

Lo reemplazó un castaño de Paiján, al que Emilio de Justo recibió bien a la verónica aprovechando su fuerza y movilidad. Hizo buena pelea con el caballo y también en banderillas.

Con la tela roja el toro protestaba cuando lo citaba por el pitón derecho. Por ello, la faena se cimentó por naturales, algunos lentos y desmayados. La estocada cayó baja y no hubo pedido mayoritario, pero el juez otorgó una oreja.

El quinto fue otro abanto de salida que no dio mayor pelea con los caballos. Llegó con peligro a la muleta, se detenía, miraba y pensaba antes de cada embestida. Emilio de Justo estuvo firme y por encima de su oponente, haciéndolo pasar con el toque fuerte de la tela.

Extrajo muletazos de a pocos, pero sin cohesionar una faena. Mató de una gran estocada de efectos inmediatos. Le otorgaron una oreja.

Roca Rey cuajó una de sus mejores faenas en Acho, con el mansurrón tercero, corto y hondo, que en los primeros tercios tendía a salirse suelto hacía la querencia de chiqueros.

Tras escupirse del puyazo, el peruano se lució con un ajustado quite por chicuelinas y tafalleras que encendieron los tendidos.

No inició en los medios para evitar que el animal acentué la querencia, eligiendo los terrenos más alejados. Allí lo recibió con estatuarios y cambiados por la espalda que llegaron a los tendidos.

Metió al toro en la muleta y lo hizo romper a embestir. Las mejores series fueron por el pitón derecho, con el toro humillando y repitiendo. Los naturales fueron más lentos por el trajín de la pelea. Cambiados, redondos y bernardinas se sucedieron en medio de ovaciones.  Al final, el toro dominado y la plaza entregada.

Pinchó y luego dejó una estocada entera de rápido efecto, perdiendo la segunda oreja.

El sexto de San Pedro, que acudía cruzado a los capotes, fue cambiado después de haber sido picado, aparentemente, por problemas de visión.

En su reemplazo salió otro de San Pedro, que se estrelló en un burladero durante el primer tercio, quedando inutilizado para la lidia.

Indebidamente, el Juez ordenó que se le pique, banderillee y estoquee, cuando por reglamento correspondía devolverlo a los corrales y que concluya la corrida. Alargó indebidamente el trámite, entre protestas.

Concluido el festejo, el jurado oficial acordó otorgar el Escapulario de Oro al matador de toros Sebastián Castella, por la faena de hoy al segundo de su lote, y el Escapulario de Plata al toro "Lúcumo" de la ganadería El Olivar, lidiado por Joaquín Galdós en la primera corrida de la feria.

Castella también obtuvo este premio en los años 2003 y 2006. EFE

jdr/gdl/rrt

(foto)