Según los expertos, estas modificaciones puede darse por factores ambientales y tratamiento para infecciones de oído.
Por Canal26
Sábado 6 de Abril de 2024 - 11:28
Un grupo de científicos estadounidenses y suecos descubrió que ciertos cambios el microbioma intestinal infantil pueden estar relacionados con el desarrollo de trastornos neurológicos, como el autismo y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Este sorprendente hallazgo, que es el primero de su tipo, muestra que ciertos microbios que colonizan el tracto intestinal y desempeñan un papel importante en el desarrollo del sistema inmunitario y la salud, son modificados por factores ambientales y tratamiento para infecciones de oído en la infancia.
Para dar con estos resultados, los expertos del Instituto de Ciencias Agrícolas y Alimentarias de la UF (UF/IFAS) y de las Universidades de Linköping y de Örebro, en Suecia, analizaron 20 años de datos acumulados del programa All Babies in Southeast Sweden (ABIS), dónde participaron 16.440 niños suecos.
El equipo de investigadores encontró "diferencias importantes en los microbiomas intestinales de los bebés" y que 1.197 de los niños estudiados, es decir el 7,28%, desarrollaron algún trastorno del neurodesarrollo.
En este sentido, los expertos detallaron que notaron una ausencia o deficiencia muchas bacterias que promueven la salud intestinal, como la Akkermansia, Bifidobacterium, Ruminococcus y Faecalibacterium, en los infantes que luego tuvieron autismo o TDAH.
Por otro lado, los científicos detectaron que el tabaquismo materno durante el embarazo aumentó 3 veces las posibilidades de que los bebés padezca un trastorno neurológico.
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Uno de los hallazgos que más impactó a los científicos fue que el desarrollo de trastornos neurológicos estaba vinculado con el tratamiento de infecciones de oído mediante el uso de antibióticos como la penicilina".
Los resultados del estudio revelaron que los niños que experimentaron 3 o más infecciones de oído tratadas con penicilina, desde su nacimiento hasta los 5 años de edad, tenían una probabilidad 3,89 veces mayor de desarrollar un trastorno del habla, 3,27 veces más alta de tener TDAH y 2,44 veces mayor de padecer una discapacidad intelectual.
También notaron que quienes no tuvieron infecciones de oído, tuvieron niveles más elevados de Citrobacter en su flora intestinal, un género de bacterias asociado con la inflamación, así como niveles más bajos de Coprococcus, un género de bacterias asociado a una salud mental positiva.
"No estamos tratando de decir que los antibióticos sean necesariamente algo malo", aclaró la científica investigadora de UF/IFAS y coautora del estudio, Angelica Ahrens y explicó que es posible que el uso excesivo de la penicilina tenga efectos negativos en el microbioma en algunos niños.
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