El futuro de la alimentación: cómo la IA y la edición genética crean plantas resistentes al clima

Hay una brecha del 50% entre los alimentos que se producen en 2023 y los que se necesitarían en 2050. Foto: Unsplash.

El creciente desafío de alimentar a la población mundial en medio de los impactos del cambio climático llevó a un consenso entre los expertos: se necesitan plantas resistentes al clima. En esta búsqueda, la edición genética y la inteligencia artificial (IA) surgieron como las nuevas herramientas claves para desarrollar cultivos que ofrezcan un mayor rendimiento y requieran menos recursos.

El mundo enfrenta un dilema urgente, que es el de satisfacer las necesidades alimentarias de una población global en constante crecimiento mientras se reduce el impacto ambiental de la producción de alimentos. Con la brecha existente entre la producción actual y la demanda proyectada para 2050, son necesarias las soluciones innovadoras y sostenibles para garantizar la seguridad alimentaria.

En este escenario, la IA y la edición genética se imponen como las tecnologías prometedoras para abordar los desafíos alimentarios. Los científicos están utilizando herramientas como las "tijeras genéticas" CRISPR-CAS9 para modificar los genes de las plantas y desarrollar supercultivos resistentes al clima.

Esta edición genética precisa permite manipular el ADN de los organismos y obtener resultados específicos en un tiempo considerablemente más corto que los métodos tradicionales.

ADN en 3D. Foto: Unsplash

El arroz, uno de los cultivos más afectados por la sequía extrema en diversas regiones, fue objeto de experimentación en este campo. Mediante la modificación genética conocida como IR64, los científicos lograron aumentar la resistencia de los arrozales, permitiéndoles sobrevivir con hasta un 40% menos de agua que sus contrapartes no modificadas. 

A pesar de las promesas y los avances, la edición genética no está exenta de incertidumbres y preocupaciones. Algunos expertos señalan la posibilidad de cambios genéticos no deseados o la eliminación de información genética, más allá de lo planeado. 

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El rol de la inteligencia artificial en la alimentación

La inteligencia artificial también representa un papel crucial en la búsqueda de soluciones para la alimentación mundial. Empresas como Phytoform utilizan algoritmos de IA para analizar y optimizar los genes de las plantas. Esta tecnología es capaz de identificar patrones en el ADN y sugerir cambios que podrían tener un impacto significativo en los resultados deseados: desde desarrollar papas que no se vuelven marrones al ser golpeadas hasta investigar alternativas vegetales ricas en proteínas para producir carne sintética. 

Los algoritmos de la start-up Phytofrom tratan de identificar oportunidades de optimizar los genes. Foto: Unsplash.

"Puede empezar a detectar partes que se repiten y, por tanto, a deducir su significado", explicó el director general de Phytoform, William Pelton. "Puede entender el ADN, y sugerir cambios que podrían afectar su resultado", expresó. 

A nivel global, la investigación sobre la edición genética de plantas está en pleno auge. El número de patentes relacionadas con esta tecnología aumentó exponencialmente en los últimos años, con países como Estados Unidos y China liderando la inversión en este campo.