Del éxito a la desesperación: el futbolista que salió campeón en Boca, se retiró y tuvo que vender su auto para sobrevivir

Boca fue campeón del fútbol argentino en 1998. Foto: Instagram @planetaboca

Ser un jugador de fútbol exitoso no solamente requiere de talento, sino también de constancia y perseverancia. Una serie de decisiones equivocadas pueden costarle la carrera a cualquier deportista y Sergio Adrián Guillermo lo sabe mejor que nadie.

A diferencia de muchos otros, el puntero que pintaba para crack con tan solo 18 años, no faltó a los entrenamientos ni incumplió con sus tareas de futbolista. Sus equivocaciones tuvieron más que ver con las elecciones que debió tomar cuando aún era una promesa.

Boca se consagró campeón invicto en 1998. Foto: Instagram @planetaboca

El 1° de noviembre de 1998, por la decimotercera fecha del Torneo Apertura, frente a Estudiantes de La Plata, Carlos Bianchi incluyó en el banco de Boca al pibe que había mostrado un muy buen rendimiento en los entrenamientos en base a su velocidad y descaro. Sergio Adrián Guillermo ingresó faltando unos pocos minutos para el final en reemplazo de Guillermo Barros Schelotto, en el encuentro que Boca ganó 3-0.

Durante ese torneo jugó con el número 29 en la espalda y su buen desempeño lo convirtió en una alternativa de cambio frecuente en un equipo que marchaba puntero y se encaminaba al título. Boca se consagró campeón en 1998 frente a Independiente en la Bombonera, Adrián fue titular e ilusionó a todos los hinchas xeneizes.

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Sergio Adrián Guillermo, de campeón con Boca a pelear el día a día

El buen rendimiento que tuvo en Boca le abrió la puerta de la Selección argentina Sub 20 que, en enero de 1999, obtuvo el Campeonato Sudamericano en Mar del Plata. Adrián Guillermo fue una pieza importante en aquel equipo que dirigió José Pekerman, aunque todo lo bueno que le venía sucediendo comenzó a torcerse.

Durante el encuentro que Argentina le ganó a Paraguay, Guillermo tuvo una lesión en la rodilla que el cuerpo médico trató con una infiltración para poder continuar jugando durante los siguientes partidos definitorios. Ese fue el punto de inflexión.

Sergio Adrián Guillermo.

Luego de varios meses sin jugar como consecuencia de la lesión, su situación contractual entró en un momento de tensión porque la dirigencia de Boca le ofreció firmar un contrato por cinco años con un sueldo que estaba por debajo de sus expectativas. Por recomendación de su representante, rechazó la propuesta.

A partir de ahí, su carrera fue en declive hasta su retiro en Deportivo Luqueño, de Paraguay. Las malas decisiones no solo afectaron su carrera futbolística, sino también su economía: derrochó gran parte del dinero que ganó como jugador y, con el tiempo, su situación financiera se volvió cada vez más complicada.

En la actualidad, se la rebusca de diferentes maneras, ya que la falta de recursos lo puso contra las cuerdas en más de una ocasión. La más recordada, la vez que tuvo que vender su auto para sobrevivir.