Dramático relato de Rocío Oliva sobre asesinato de su padre: “Lo mataron enfrente de mis ojos”

La ex de Diego Maradona recordó cómo fue el día en el que le pegaron un tiro letal a su papá.

Por Canal26

Jueves 5 de Marzo de 2020 - 13:09

Rocío OlivaRocío Oliva. 

Rocío Oliva sufrió en 2003 el asesinato de su padre. En ese entonces ella tenía 12 años. 

 

La ex de Diego Maradona recordó aquel trágico momento en una entrevista con Clarín en donde abrió su corazón y relató lo que fue el peor momento de su vida.

 

Oliva comenzó con su relato: "Cuando era chica, era muy charlatana. No era la mejor alumna, sinceramente. Me gustaban mucho las horas del recreo y gimnasia. En gimnasia ganaba todas las competencias, iba a natación, me ponía a jugar al fútbol con las varones y me retaban. La monja De la Cruz me decía que las nenas no podían jugar al fútbol. Tenía que ir con uniforme a la escuela y yo quería ir con el equipo de gimnasia. Si me preguntás por mi infancia, me acuerdo básicamente de eso".

 

Respecto a su paso por el colegio, recordó que repitió séptimo grado: "Sí, en séptimo grado, cuando me fui de esa escuela, que fue cuando pasó lo de mi papá. Eso fue en junio y en diciembre tenía que ir a rendir dos materias para pasar a octavo".

 

"Cuando me iba a poner a estudiar me decía mamá: "No, hija, tenés la cabeza en otra cosa, tranquila, yo ya hablé con la profe y hasta quizá te viene bien hacer un año más". Entonces cuando tu mamá te da esa opción y vos no sos la más estudiosa, pensé en eso y no fui a rendir. Después de eso me cambié de colegio", comentó.

 

"Se habían cambiado muchas compañeras y yo no quería que nadie pensara que estaba triste. Mi papá falleció y, más allá de que yo estaba shockeada porque fue de un día para el otro, creo que a los dos días empecé a ir a la escuela de nuevo. Y todos sabían que éramos súper unidos con mi viejo. Me iba a buscar, yo salía corriendo y lo besaba, lo abrazaba, me le subía... y mis compañeras vieron la tragedia en la tele. Cuando volví a la escuela, entonces, estaba todo el recreo mirándome. Y yo no quería que eso pase", contó.

 

"A mi papá lo mataron cuando yo tenía 12 años, enfrente de mis ojos. Fue una situación horrible. Era el cumpleaños de una primita de 4 años. Estaba lleno de chicos y llegaron los dueños (del salón de fiestas) que eran de Moreno, dos hermanos, los hermanos Nogueira, que son hijos de Pipi Nogueira, un ex concejal de ahí. Tenían poder. Ahora están todos libres, la verdad es que no pasó nada. Yo era muy chica en su momento. Después me llamaron para hacer un juicio, pero nadie lo pudo seguir. Mi abuela era el segundo hijo que perdía, estaba destrozada, y mi mamá era muy joven. Yo tenía 12 años", relató.

 

Respecto a lo que sucedió ese día, recordó: "Habíamos ido el fin de semana anterior a hacer un cumpleaños al mismo lugar, porque somos una familia muy numerosa. La fiesta terminaba a las 10 de la noche. Todos bailando, divino el salón, con canchas de fútbol y demás. Y cuando vienen estos dos hermanos y dicen que terminó el cumpleaños, mi tío le dice "¿por qué no me dejás dos horas más? Te pago lo que vos me digas y a las 12 nos vamos todos". Dijeron que perfecto, que, por decir algo, por 300 pesos más podían quedarse dos horas más. Y así fue, ese día terminó la fiesta en paz."

 

"Estaba en el medio del salón, mirando todo. Mi mamá no había ido. Mi papá era muy joven, tenía 36 años, y a esa edad a muy pocas cosas les tenés miedo. Él defendía mucho a su familia. Y en este caso cuando vio que salían con el arma hacia afuera, salió. Uno tenía una escopeta que había sacado del baúl del auto, con la que podía apuntar a todos, hasta a los chicos, para abrir camino. Entonces mi papá, cuando ve que quieren salir y no pueden, se mete entre los autos y se encuentra con uno. Le quiere tirar una trompada sin pensar que estaba armado. Mi papá medía 1.85 metros, y el tipo ve que se le venía mi viejo y tira la última bala que tenía. Le da justo en el estómago y se va con el otro por atrás. Dejaron el auto ahí y todo", comentó.

 

"En la puerta del salón, mirando justo cómo caía mi papá. Pasaron por al lado mío ellos. Mis tías, a los chicos bebés, por la desesperación porque no sabíamos lo que estaba pasando, los tiraban como una pelota de fútbol hacia el otro lado (del salón). Después fuimos al hospital", cerró.

 

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