Hipertensión arterial: cuáles son los alimentos que se deben evitar

Hipertensión. Foto: Unsplash

Modificar hábitos de vida es un factor clave en el control de enfermedades, sobre todo si se trata de la hipertensión arterial, una de las enfermedades multifactoriales más relevantes en la población de todo el mundo. En la Argentina, el 34% de la población adulta presenta niveles elevados de presión arterial. 

Esta afección, que se hace evidente en una gran parte de la población, puede hacerse más leve, e incluso evitarse, si se modifica la alimentación. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir menos de 5 gramos diarios de sal, lo que equivale a una cucharita de café. Es importante atenerse a esta cantidad, ya que, de acuerdo a los datos del Ministerio de Salud, en Argentina se consumen en promedio 12 gramos diarios.

Hipertensión. Foto: Unsplash

Los hábitos de consumo cambiaron a lo largo del tiempo, los mercados comenzaron a ofrecer a la población alimentos procesados en donde el sodio, que se encuentra naturalmente en vegetales, legumbres y carnes, es incorporado de "forma oculta" en forma de aditivos como conservantes, mejoradores, estabilizantes o resaltadores de sabor. 

Desde la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) advirtieron que “la hipertensión arterial suele cursar de manera silenciosa, lo que lleva a que muchas de las personas que tienen la enfermedad no lo sapan, y se va produciendo un deterioro en el organismo que con el tiempo puede desencadenar en un ataque cerebrovascular o un infarto, entre otras consecuencias”, por ende, modificar lo que esta a nuestro alcance para evitar las posibles consecuencias es de vitan importancia.

Te puede interesar:

Controlar la hipertensión: la fruta rica en potasio que ofrece múltiples beneficios para la salud

Cinco alimentos que los hipertensos deben evitar

• Embutidos

Estos productos deben restringirse en toda las personas en general, ya que tienen una alta composición en sodio y grasa. El consumo excesivo de este tipo de alimentos no solo puede generar hipertensión, sino también obesidad, diabetes y colesterol. 

• Dulces y ultraprocesados

Los niveles de azúcar elevados en sangre, generados por el consumo de dulces y ultraprocesados, impiden la correcta circulación sanguínea. Esto pone en riesgo la salud del paciente al aumentar el riesgo de padecer un infarto o ataque cerebrovascular.

Dulces y ultraprocesados. Foto: Unsplash.

• Carnes rojas

Es recomendable que quienes sufren de hipertensión consuman poca o ninguna cantidad de carne roja. Si bien es un alimento rico en hierro, también contiene cantidades de grasas saturadas, lo que contribuye a que la presión arterial aumente y afecte negativamente a la formación de plaquetas y la coagulación de la sangre. 

• Lácteos enteros

La leche y los quesos contienen minerales como el calcio y el magnesio que suelen ser beneficiosos para la salud. Sin embargo, algunos contienen cantidades desmedidas de grasa saturada y sal, lo que incrementa la presión arterial.

Es por eso que los expertos insisten en consumir las versiones descremadas o consultar al médico para que indique cuáles son los aptos para el consumo. 

Quesos. Foto: archivo

• Bebidas alcohólicas

Este tipo de bebidas genera una estimulación en el sistema nervioso y además, aumenta la frecuencia cardíaca, lo que hace subir la presión arterial.

Te puede interesar:

Tras sufrir un episodio de hipertensión, le dieron el alta a la madre de Javier Milei

¿Cómo reemplazar la sal en las preparaciones?

En este contexto, la licenciada en Nutrición Camila Romeo dio recomendaciones para evitar consumir elevadas cantidades de sodio:

• El uso de condimentos (ajo, cebolla, pimentón), hierbas aromáticas frescas (tomillo, romero, orégano, menta), condimentos picantes (pimienta, jengibre, pimentón) funcionan como disimuladores del sodio.
• Prestar atención a las formas de cocción: el horneado y el salteado realzan mucho el sabor de nuestros platos.
• La incorporación de ácidos como el vinagre de manzana, jugo de cítricos atenúa la ausencia de sodio.
• Utilizar salsas caseras permite dar sabor y otorgar humedad a las preparaciones.
• Evitar salar las aguas de cocción e incorporar la sal al momento de ingerir el alimento.
• Evitar el uso de caldos comerciales y reemplazarlos por sus versiones caseras o vegetales deshidratados.

Recomendaciones para reducir el consumo de sal. Foto: Unsplash

• Hongos y tomates secos son una excelente estrategia para aumentar el sabor de muchas preparaciones, volviéndolas más atractivas en cuanto sabor, color y aroma.
• Disminuir el consumo de paquetes o ultra procesados y elegir más alimentos naturales como frutas, verduras, granos integrales, legumbres, semillas, frutos secos y/o productos mínimamente procesados.
• Reemplazar aderezos comerciales por untables caseros: “mayonesas” de remolacha/ zanahoria/ rúcula; “Kétchup” a base de tomates secos y condimentos, Hummus o babaganush (puré de berenjena asada), salsas: pesto, provenzal, criolla, al ajillo, entre otros.
• Aumentar el consumo de frutas y verduras frescas ya que son ricas en potasio lo cual favorece una buena salud cardiovascular.
• Evitar llevar el salero a la mesa y siempre probar la comida antes de salar.